Mientras se encontraba en una gira por Europa junto con su pareja por la presentación de sus libros, Alan Vargas, poeta, editor y fundador de la editorial Cuatro Triángulos, sufrió un intento de despojo de su vivienda en el que se observa el modus operandi del llamado “”, una red de notarios, actuarios, abogados y funcionarios públicos, dedicados al robo de propiedades a través del uso de documentos falsos o fabricados con el aparato estatal y legal.

El intento de despojo de la vivienda del poeta oaxaqueño ocurrió el pasado 29 de octubre de 2025 alrededor de las 9:30 horas de la mañana, cuando se presentó el actuario del Juzgado Primero de lo Civil de la ciudad de Oaxaca, acompañado de la fuerza pública, para ejecutar una orden de desalojo.

Alan Vargas manifestó que afortunadamente en ese momento se encontraba su suegro en la casa, porque había dado de comer a su perro.

Lee:

“Mi suegro me llama y me dice que tocaron a la puerta de la casa y cuando abre se presentó un actuario del Juzgado Primero Civil y que éste le dijo que andaba buscando a un tal Gabriel porque iban a ejecutar dar una orden de lanzamiento o de desahucio. Iban con la fuerza pública, iban con camionetas, listos con escaleras, policías armados. Entonces, mi suegro le dijo que ahí no vivía ningún Gabriel, que jamás han conocido a esa persona, que ahí viven sus hijos, o sea, mi mujer y yo”, relató.

El poeta y gestor cultural Alan Vargas vive desde hace ocho años en la casa que intentaron despojar, pero que es propiedad de sus suegros desde hace 20 años. La vivienda, originalmente se dividió y la mitad de ellas fue vendida a los suegros de Alan, y quien vendió la casa vive a un costado.

Con el operativo de intento de despojo, en el que se usó a la fuerza pública, provocó que los vecinos salieran a la calle y defendieron la propiedad de Alan y su familia.

“Y como fue un alboroto, justo van saliendo los vecinos, todos los vecinos. Entonces, pues los vecinos obviamente nos conocen ahí. La casa es de mi suegro y mi pareja, ella vivió ahí de niña, desde los ocho años de edad; después se mudaron, pero la casa sigue siendo de ellos.

De hecho la chica que nos ayuda como con el mantenimiento de la casa y la limpieza, es vecina también. Entonces ella salió y les dijo, ‘No, pues yo aquí yo aquí vengo a darle de comer al perro, yo aquí vengo a hacer limpieza, les ayudo, y pues yo los yo conozco’”.

Incluso, la propietaria original de la casa y que vendió una parte de ella al suegro de Alan Vargas, también salió en su defensa y afirmó que tampoco conoce a la persona llamada Gabriel que buscaba el actuario del Juzgado Primero de lo Civil de la ciudad de Oaxaca.

La intervención de los vecinos y la profesión de abogado del suegro de Alan Vargas impidieron que ocurriera el despojo de su vivienda, que además, es donde se encuentra el taller de la editorial Cuatro Triángulos.

“Agradecemos muchísimo a los vecinos que salieron a defendernos aun cuando no estábamos. Si no fuera por ellos y por mi suegro, no sabemos qué habría pasado. Ya que no podemos confiar en el gobierno, nos tenemos que cuidar entre nosotros”, manifestó.

Te interesa:

Aunque por el momento desconocen quién está detrás de este intento de despojo, atribuyó estos hechos al llamado “Cartel del Despojo” en el que están involucrados notarios, actuarios y funcionarios públicos, en los que simulan juicios para quitar propiedades y para ello, falsifican o fabrican documentos desde las instituciones públicas como el Registro Público de la Propiedad, el Registro Catastral, los municipios y a través de escrituras fabricadas desde las notarías.

“Vamos a investigar cómo se llevó a cabo este juicio y quiénes son los implicados. En cuanto tengamos la información, la haremos pública para que la gente sepa cómo operan estos criminales. Ya estamos cansados de que las cosas en Oaxaca sean así, y vamos a pedir toda la ayuda que esté a nuestro alcance”.

El poeta Alan Vargas dijo temer que nuevamente intenten despojarlo de su propiedad y también hizo un llamado a la comunidad a mantenerse alerta ante estas situaciones.

“Uno ve las noticias todos los días y es triste lo que ocurre a nuestro alrededor, pero ahora me doy cuenta de que la violencia está más cerca de lo que imaginamos. Afortunadamente, el día del intento de despojo, aunque mi pareja y yo no estábamos para defendernos, hubo personas que dieron la cara por nosotros: mi suegro y los vecinos, a quienes no me alcanzará la vida para agradecerles. Hay que estar atentos y cuidarnos entre nosotros, porque claramente el gobierno no lo hará”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

[Publicidad]