"Ya hicimos las búsquedas correspondientes en el Registro Público de la Propiedad y conocemos del problema laboral que tiene la asociación civil Amigos del Maco, que está demandada y que hay litigios en la Junta local", agregó.
"Hubo un desinterés total de los gobiernos para darle el impulso para que esta asociación y los Amigos del MACO tuvieran un seguimiento puntual y que el museo siguiera funcionando", indicó Vásquez Sagrero.
Desde el año 2021, el MACO cerró sus puertas tras el desalojo de exempleados que vigilaban el recinto para evitar su cierre.
Una veintena de trabajadores se quedaron sin empleo y ahora, 11 continúan exigiendo el pago de los sueldos pendientes que ascienden a más de dos millones de pesos.
El museo está por cumplir tres años cerrado, ante los conflictos sindicales que afirman que hay conflicto de intereses y piden la intervención del INBAL.
"Se hizo una revisión del funcionamiento y del subsidio que tenía, pero en 2018 ya no pudo seguir este apoyo porque no se encontraba regulado", resaltó.
"Se conformó un patronato en 2018, que tiene la familia de Rufino Tamayo y que funciona a través de algunas donaciones", añadió.
Asimismo, reiteró que no hubo atención por parte del gobierno anterior a esta problemática a este patronato y se quedó sin recursos.
"Hay una propuesta de convenio, estamos llegando a unos acuerdos. A través de la Secretaría de Cultura, nos ha presentado ya un bosquejo para suscribir un convenio", afirmó.
Asimismo, puntualizó que desde la visión de la Seculta y del gobierno es que el museo no se maneje como institución privada.
"Si en su momento se llega a acuerdos, tienen que ser públicos, un servicio de carácter público. No podrá lucrar como si fuera un patrimonio de carácter privado, sino que tiene que ser compartido como tiene que ser la cultura y el arte", finalizó.