Altos precios y sequía asfixian al Xandú zapoteca; tradición que languidece en Oaxaca

El aumento en los precios de los insumos para la ofrenda, los tamales y pan obliga a las familias a restringir compras a lo indispensable, coinciden investigadores, cocineros, panaderos y rezadores tradicionales

Altos precios y sequía asfixian al Xandú zapoteca; tradición que languidece en Oaxaca
Foto: Especial
Sociedad 31/10/2023 13:43 Alberto López Morales / Corresponsal Actualizada 13:43

Juchitán. – La celebración de las familias juchitecas para recibir a sus muertos, conocida como Xandú, languidece cada año ante el incremento en los precios de los insumos necesarios para la ofrenda. Este año, por ejemplo, muchas familias restringirán sus compras a lo indispensable, admite el investigador de la cultura zapoteca, Tomás Chiñas Santiago.

La fiesta del Xandú, que se realiza desde nueve días antes del 30 y 31 de octubre, es el escenario para que se reciba la visita de las “almasde los difuntos en el hogar donde vivieron. Esta  recepción incluye un altar de nueve escalones o un biguié, ornamentado con flores, frutas, panes, tamales, mezcal, cervezas, velas y veladoras.

“No todos los que haremos el Xandú Yaá, o primera ofrenda en este año lo podremos realizar con holgura porque los altos precios nos presionan, nos asfixian y no nos dejan más opciones que hacer malabares con el dinero para cumplir con el ritual ancestral de los zapotecos”, dice Jorge García Ramos, un cocinero tradicional de esta ciudad, conocido como “Mambo”.

En recorrido que realizó EL UNIVERSAL por la zona céntrica de Juchitán se constató el incremento de precios de los insumos destinados a la ofrenda. Por ejemplo, un tercio de 50 hojas de plátanos para hacer unos 120 tamales, que entre junio y agosto se vendía en 300 pesos, ahora se está vendiendo en mil 200 pesos. “¿Por qué subió tanto?”, se preguntan las mujeres juchitecas.

whatsapp_image_2023-10-31_at_1.35.30_pm.jpegFoto: Especial

De acuerdo a la tradición zapoteca, en la celebración del Xandú Yaá se preparan al menos mil tamales de mole negro y pollo, y para ello, se requieren unos cinco o seis tercios de 50 hojas de plátano. Quien desee cumplir esa tradición, deberá pagar 7 mil 200 pesos sólo por las hojas de platanares. Aparte, el costo del maíz, el mole, los huevos de gallina y el pollo, que llevan los tamales.

“Para la realización de los tamales voy a combinar la compra de las hojas de plátanos, con la compra de totomoxtle, que está más barato. Creo que mis vecinos van a entender, porque es el primer Xandú de mi señora madre. Por el amor que le tengo, cumpliré con ese ritual, a un año de su partida”, explica el popular “Mambo”.

El maíz de la variedad zapalote o maíz chico, que es nativo de la planicie istmeña, también registró una considerable alza en el precio. Hace dos meses, cuentan los comerciantes, el litro se vendía a diez pesos, mientras que en la víspera de la celebración del Xandú se llegó comerciar a 16 pesos. Si alguien hará mil tamales, comprará 60 litros y pagará por ello 960 pesos.

— ¿Y los precios de los ingredientes del mole negro?, se le pregunta al cocinero juchiteco. 

— Pues todo anda muy caro, responde y da cuenta de las alzas: el casillero de 30 huevos, que en agosto costaba 50 pesos, ahora se vende en 70 y el kilo de chile ancho o mulato, pasó de 80 pesos a 120 en esta temporada.

Además, el precio del kilo de azúcar se disparó desde mediados de agosto, explican por separado dicen los panaderos América, de Tehuantepec, y Rutilio de Juchitán. “Dicen que por  la escasez en el mercado mundial, no sabemos, pero de 20 pesos, ahora cuesta 39. Los insumos para elaborar el pan de muerto también fueron de los que más subieron de precios”, puntualizan.

“El alza en los precios en esta temporada de Xandú indudablemente viene golpeando la economía de las familias y debilitando la tradición”, comenta el investigador de la cultura zapoteca, Tomás Chiñas, quien refiere que desde hace algunos años dejaron de celebrarse el Xandú Iropa (Segundo año) y el Xandú Guióna (Tercer año). Ahora solo es el Xandú Yaá (primer año).

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Para este año, revela  Petrona, una rezadora tradicional, las familias ya no están haciendo las nueve misas que marca la tradición, previo al Xandú del 30 o 31 de este mes, debido a que muchos rezadores elevaron sus honorarios de 100 a 300 pesos por rezo. Algunas familias, para mantener viva la tradición harán solo dos rezos, el primero y el noveno.

A ello se agrega que en los campos agrícolas de los municipios de San Blas Atempa, Tehuantepec y Santa María Mixtequilla, que en esta época de años anteriores brindaban un espectáculo colorido de flores amarillas del cempasúchil y el color guinda de la flor cresta de gallo, ahora, por la falta de lluvia, muy poco lograron sembrar, sólo  los que tienen pozos en sus terrenos.

“Las flores  se encarecieron porque las trae! hasta la zona desde los Valles Centrales. Por un ahora, un par de ramos de cempasúchil se está vendiendo a 50 pesos y las flores de lujo, como el cóncano y el Acapulco, pasaron de 150 pesos a 300 pesos por 10 varas”, señala Rey,  uno de los campesinos que sembraba la flor de muerto y que este año no logró hacerlo por la sequía.

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