Jorge Luis González, quien forma parte de los organizadores, explicó que este tianguis es un esfuerzo colectivo por democratizar la cultura y la educación, así como construir espacios de difusión y reflexión sobre las diversas problemáticas que comparten como comunidad, y poder vivir dignamente de nuestros oficios y profesione.
“Como tianguis hemos realizado dos ediciones con foros de discusión. Se ha planteado reflexionar sobre temas como la gentrificación, la defensa del territorio, el racismo la violencia contra las mujeres y contra la diversidad de género, la apropiación simbólica y material de la cultura oaxaqueña por grupos de poder, entre otros temas”.
“Todo se ha gestionado con la voluntad y los recursos de quienes integramos el tianguis”.
En esta tercera edición, se reflexionará sobre la apropiación de recursos materiales y simbólicos del pueblo por los grupos de poder en Oaxaca, sino también respecto a la apropiación de sus resistencias luchas y esfuerzos de conceptos y símbolos que históricamente pertenecen al pueblo oaxaqueño.
“Digno y rebelde así como los grupos que han sido vulnerados y despreciados por las élites que a su conveniencia y de acuerdo al clima político y sus necesidades económicas los utilizan”, apuntó.
“Una cartelera repleta de palabras como comunidad, resistencia, rebeldía, rebelión, paz, inclusión, lenguas originarias, feminismos y comunidad LGBT”, cuestionaron.
Los organizadores aclararon que no son ajenos al alcance que puede tener un proyecto privado como la FILO, y que tampoco se oponen a ello; pero sí señalaron el acaparamiento de recursos públicos o el uso del dinero del pueblo, para favorecer un negocio privado y monopolista.
“A pesar de las buenas intenciones que pregona no deja de ser lo que es, un negocio privado, en donde el acceso a proyectos y editoriales locales se restringe a los beneficios económicos y políticos de sus promotores”.
“De que un monopolio esté al frente de un evento de esta magnitud, la descentralización del uso de los recursos públicos”, finalizó.