
Por ello, menciona el edil, se adquirió un predio en el paraje La Casahuatera, en donde se tiene planeado un relleno sanitario con una aportación federal de 8 millones de pesos; sin embargo, el proyecto peligra ante la resistencia de unas 60 personas que se oponen a la obra y se han manifestado de manera continua contra el inicio de la misma.
Asimismo, personal de la Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable de Oaxaca (Semaedeso) ha supervisado la calidad y viabilidad de la obra, luego de que hizo estudios de tipo de suelo e hidrológicos, así como de impacto ambiental.
La dependencia también realizó estudios sobre el impacto a la población, pero no determinó afectaciones significativas.

El terreno costó al municipio 2 millones 700 mil pesos y tiene una extensión de dos hectáreas 477 mil metros. A la inversión se suma un monto superior a los 300 mil pesos, por la realización de los estudios mencionados.
En tanto, los pobladores del paraje donde se construirá el relleno sanitario apuntan que la obra afectaría un afluente del que planean abastecerse de agua, y añaden que el edil no ha garantizado el acceso a los servicios básicos en la zona.
“Con la pandemia vemos las necesidades de cada familia, de los niños. Tenemos muchas necesidades que al presidente [municipal] no le interesan, el presidente siempre nos ha discriminado”, sostienen.
La funcionaria apunta que cuando se adquirió el terreno en el que se proyecta la construcción del tiradero no había casas alrededor de éste.

“Se trata de asentamientos irregulares, personas que se oponen al proyecto y que han obstaculizado el ingreso de la maquinaria para poder comenzar con la obra.
“Por instrucciones del presidente municipal y porque pusieron a niños y mujeres al frente, no hubo confrontación, sino que se realizaron pláticas informativas sobre la obra y sus beneficios”, señala.
Lo preocupante, destaca por su parte Vásquez Ortiz, es que el 31 de marzo pasado venció el último plazo que estableció la Federación para aplicar el recurso destinado a la obra.
El antagonismo, lamenta el edil, también viene del mismo Cabildo, pues un grupo de cinco regidores se opone al proyecto. La inconformidad de las y los servidores públicos, apunta, surgió ante la elección de una empresa que ellos no propusieron para la ejecución de la obra.

A nivel nacional, sólo existen 241 centros de acopio que recolectan diariamente materiales diversos: 75% papel, cartón, PET y vidrio; 23%, PET; 13%, vidrio; 9%, fierro, lámina y acero; 7% plástico y 3% aluminio, electrónicos y electrodomésticos.
En especial, destacan los proyectos de compostaje impulsados por ciudadanos.
Una vez iniciada la obra, indican los funcionarios, se comenzará a capacitar a la población sobre la importancia de la adecuada separación de los residuos.

Para ello, se han reunido con representantes de las colonias del municipio, quienes manifiestan su apoyo a la obra.
El proyecto, insistieron, tiene el respaldo del comisariado ejidal de la zona del paraje La Casahuatera. “La obra se tiene que ejecutar porque es una necesidad del municipio de Santa María Atzompa que beneficiará a más de 40 mil habitantes”, explican.
Fuente: Inegi y Conacyt