Con arribo de la Marina, Corredor Interoceánico cierra espacio para el diálogo con comunidades de Oaxaca

Desde que Semar asumió el control de las obras de este megaproyecto, el gobierno federal rompió la interlocución con afectados e inconformes; en cambio, se criminaliza la protesta, acusan

Con arribo de la Marina, Corredor Interoceánico cierra espacio para el diálogo con comunidades de Oaxaca
Foto: Especial
Sociedad 01/05/2023 11:00 Alberto López Morales / Corresponsal Actualizada 19:47

Juchitán.-  Desde que asumió la dirección del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), en sustitución de Rafael Marín Mollinedo, el vicealmirante Raymundo Morales Ángeles, no ha dialogado con comunidades donde hay  reclamos por las afectaciones del Tren Transístmico.

Es por ello que organizaciones sociales que acompañan a los pueblos en su resistencia contra el Interoceánico, califican  como “grave y preocupante” que desde enero que asumió el cargo, el vicealmirante no muestre voluntad para escuchar y atender, por la vía del diálogo, las demandas sociales.

Por el contrario, dicen por separado el agente  de Puente Madera, David Hernández Salazar, y el asesor de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI), Carlos Beas Torres,  las instancias gubernamentales tratan de deslegitimar las protestas.

Una de las protestas emblemáticas contra el Transístmico es  la que protagonizaron el viernes, antes se ser desalojados por marinos y policías, los ejidatarios  de Mogoñé Viejo, en San Juan Guichicovi. En dos meses no recibieron la atención, pero enfrentaron media docena de intentos de desalojos hasta que finalmente suman seis los presentados ante la fiscalía. 

Al respecto, el presidente municipal de Guichicovi, Heberto Luis Zacarías, quien recién  abandonó el PRD para sumarse a Morena, desestimó que en la protesta participaran ejidatarios de esa comunidad. “Los 15 que protestaban vienen de otros lados y hace poco el gobierno federal les pagó 50 mil pesos a cada uno”, señala.

Esas personas, denuncia, querían  que el gobierno les entregará a cada uno 15 millones de pesos para retirarse del plantón en el tramo ferroviario Mogoñé Viejo-Vixidu

En respuesta, Beas Torres dice que “esa acusación es una infamia que pretende deslegitimar la lucha.  Ahí está la represión, el desalojo”.

Según el presidente Andrés Manuel López Obrador, en octubre estará lista la primera etapa del Transístmico como tren de carga y de pasajeros.

Un día después del desalojo, cientos de campesinos reinstalaron el campamento y evitaron un nuevo intento de desalojo.

 

Atender demandas

 

El 15   de abril, mientras el Presidente llegó a Juchitán a supervisar el  hospital materno infantil del IMSS-Bienestar, ediles del Istmo confirmaron que funcionarios del gobierno oaxaqueño les pidieron que presten atención a  líderes que requieran “atención social”.

Los presidentes de Juchitán y Unión Hidalgo, Miguel Sánchez Altamirano y Juan Jesús Martínez, respectivamente, afirman  que en una reunión sostenida con funcionarios del gobierno de Oaxaca en instalaciones militares de Ixtepec, les pidieron que estén pendientes de reclamos y protestas contra las  obras del CIIT, para “atenderlos y desactivar los obstáculos.

“Nosotros vamos a estar pendientes porque el Plan Transístmico nos beneficiará, traerá inversiones y empleos”, dicen por separado ambos ediles,  en cuyas ciudades pasa la línea K del tren de Ixtepec a la frontera con Guatemala, en una extensión de 450 kilómetros. 

La otra protesta emblemática es la que protagonizan desde marzo de 2021 los pobladores de de Puente Madera, que pertenece  a San Blas Atempa, que desde junio de ese  año presentaron una demanda de nulidad de la asamblea “ilegal” que autorizó la venta de 300 hectáreas de uso común y la instalación de un parque industrial.

“Rafael Marín Mollinedo nos preguntó que  si el tribunal de Tuxtepec resuelve a favor de la asamblea que haríamos. Iremos a los tribunales federales, le dijimos y entonces él contestó, entonces quieren pelear”, dice el agente de Puente Madera, David Hernández Salazar.

El agente comunitario recuerda que Mollinedo los amenazó con llevarse ese parque industrial a Chivela (que pertenece a Ixtaltepec),  pese a que  el  CIIT compró  300 hectáreas del paraje El Pitayal, de San Blas Atempa. “No se llevó el parque a otro lado y  dejó el CIIT, se fue y nos heredó el conflicto. Ahora, nadie quiere dialogar”, señala. 

En toda la región hay temas pendientes y la Semar y funcionarios del nuevo gobierno estatal desconocen los conflictos.

“Carecen de capacidad de construir acuerdos y respetar derechos”, dice Carlos Beas. Además de esos temas pendientes, vienen otros frente que reclamarán la atención social, como la construcción del gasoducto en el mismo Corredor Interoceánico, en el que el presidente López Obrador ha pedido a sus colaboradores que apresuren el proceso para negociar el pago por el derecho de vía; así como la modernización de la línea K, en la que desde ahora hay empresas y sindicatos que exigen participación en las obras.

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