Con música y deporte, crean comunidad e impulsan desarrollo de infancias de Oaxaca

Mediante diversos programas sociales, la asociación civil Crecemos DIJO busca brindar un refuerzo educativo y alimentario entre los menores que enfrentan dificultades en lo académico

Con música y deporte, crean comunidad e impulsan desarrollo de infancias de Oaxaca
Foto: Cortesía
Sociedad 06/11/2022 08:51 Juan Carlos Zavala Actualizada 08:51

Hace 29 años un grupo de universitarios se unieron con el objetivo de realizar actividades sociales en diferentes colonias de la ciudad de Oaxaca para niños y niñas. Con el paso del tiempo, esta iniciativa se convirtió en la asociación civil Crecemos DIJO (Desarrollo Integral de la Juventud Oaxaqueña) con programas dedicados al desarrollo lector temprano, habilidades cognitivas y el refuerzo educativo.

Su trabajo se ha ampliado a diversos municipios de la región Valles Centrales de Oaxaca, en la región Mixteca, en el Istmo de Tehuantepec y próximamente implementarán su modelo en Monterrey, Nuevo León.

José Manuel Loera del Río, coordinador operativo de la organización civil Crecemos DIJO, recuerda que cuando empezaron a realizar su servicio de manera más profesional, obtuvieron un proyecto a través de la Comunidad Europea, ahora Unión Europea, y una alianza con una organización internacional llamada APSI, Asociación de Voluntariado Internacional.

 

 

Junto a ellos, y con la organización CANICA, que apoya a niños y niñas en situación de calle, iniciaron un proyecto en la colonia Monte Albán de la ciudad de Oaxaca, enfocado en mejorar el rendimiento educativo de los menores.

“Nos damos cuenta que los niños no únicamente enfrentaban dificultades en lo académico, sino que presentaban deficiencias físicas: se desmayaban, no rendían por una deficiencia nutrimental. Es así como nace un comedor comunitario que tenemos en la colonia Monte Albán, para complementar estas deficiencias físicas y seguir trabajando las cognitivas”.

Posteriormente crearon una alianza con la Fundación Real Madrid, con la que tienen una escuela socio-deportiva en Unión Hidalgo, en el Istmo.

Mientras que en la Mixteca trabajaron un proyecto junto con la Unión Europea para fomentar prácticas educativas innovadoras en comunidades rurales y, sobre todo, la promoción de educación preescolar, empujando un poco el tema de la educación en primera infancia.

Así es como se inician los trabajos en la Mixteca, para posteriormente enfocarse a los trabajos de desarrollo lector temprano y ahora, desarrollo de habilidades cognitivas, en este caso a través de la música, y también a través de actividades como el refuerzo educativo, sobre todo en comunidades que están vulnerables y que tienen necesidades educativas.

 

La música como detonador

 

“Creemos que la música es un elemento importante que permite que los niños y niñas generen habilidades más allá de lo cognitivo, también que tengan una actividad mucho más productiva, alejarlos de las drogas, de bandas, de la flojera y temas de embarazos prematuros. Que tengan alternativas y miradas que quizá muchos de nosotros, incluyendo gente con posibilidades mayores, que no tuvo en su infancia”.

En la comunidad de San Francisco Chindúa, por ejemplo, se aliaron con el municipio, con la primaria y con el comité de padres de familia para instalar desde hace cinco años una biblioteca para desarrollar el tema lector y complementarlo con la conformación de una banda de viento para niños y niñas de seis y hasta  14 años.

“Es un proyecto colaborativo en el cual aportan cuatro ejes fundamentales de la sociedad. Nosotros hemos hecho la gestión para poder adquirir los instrumentos y el municipio va a pagar una parte del maestro de música y los padres de familia van a aportar otra cuota del maestro de música. Con este tipo de trabajo lo que se logra es generar comunidad. Nuestra finalidad es crear comunidad a través de acciones  enfocadas hacia la educación”, refiere.

José Manuel Loera considera que las políticas públicas de los gobiernos enfocadas a la niñez y a la primera infancia han sido insuficientes, demasiado asistencialistas e incapaces para atender a la primera infancia.

Aunque hay buenas intenciones, agrega, todavía no existen esas alianzas consolidadas entre la sociedad civil y el gobierno para que se pueda aplicar una política pública basada en la promoción y en la que, incluso, los gobiernos locales pueden aportar mucho más.

 

 

“Lo menciono como una provocación positiva. Estamos trabajando directamente con el municipio de Monterrey, porque hubo interés de generar espacios de promoción para la primera infancia y recuerdo bien las palabras del presidente municipal, Luis Donaldo Colosio Riojas, en su momento, de que él hablaba de que un gobierno que no le apuesta a la primera infancia es un gobierno que está destinado al fracaso”, dice.

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