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Oaxaca de Juárez.– A cinco meses de que el gobierno estatal recuperó la rectoría del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), luego de un conflicto laboral de tres años que lo mantuvo cerrado y tras décadas en poder de la asociación “Amigos del MACO”, —a la que señala de una serie de irregularidades en la administración de este recinto cultural fundado por el maestro Francisco Toledo hace 30 años—, existe temor sobre la integridad del acervo que se recuperó, pues se detectaron obras en condiciones deplorables, mordidas por ratones y mojadas.
Además, las autoridades reconocen que aún falta un proceso para verificar la autenticidad de las más de 500 piezas que fueron localizadas durante cateos a espacios como la bodega “El Chamaco”, pues existe el riesgo de que no sean las originales.
De acuerdo con Geovany Vásquez Sagrero, consejero jurídico del gobierno de Oaxaca, aunque el inmueble ubicado en el andador turístico del Centro Histórico de la capital ya fue entregado formalmente por la asociación y se realizó una acta sobre lo que se encontraba en su interior, mientras que la bodega está en proceso de entrega de parte de la Fiscalía General del Estado (FGEO), quien la mantenía resguardada, aún no se concluye con esta diligencia.
Una vez que esto concluya, explica, será la secretaria de Honestidad, Transparencia y Función Pública la que determine la fecha para que se haga la entrega formal del museo y su acervo a la Dirección de Patrimonio y a la Secretaría de las Culturas y Artes (Seculta Oaxaca), que será la resguardante final.
A finales de octubre, personal de la Consejería Jurídica y de los ministerios públicos realizaron un nuevo inventario del acervo, mientras que a nivel federal instancias como el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) ya colabora para corroborar las condiciones de las piezas, en particular algunas que pertenecen a la Bienal Tamayo, explica el funcionario en entrevista con EL UNIVERSAL.
“Estaban muy preocupados porque ellos saben el precio y la calidad de la obra, por lo que ofrecieron venir a Oaxaca a verificar que sean originales”, narra.
El funcionario reconoce que tras al recuperación del inmueble había una gran preocupación de distintos sectores y autoridades para ubicar las más de 500 obras que conforman el acervo del museo.
“Eso nos prendió las alarmas. Aunque a veces nos pinten como los malos, por eso Consejería solicitó ante un juez orden de cateo para la bodega y por eso se cateó. Hasta el momento la mayoría de las piezas se han localizado”, explica.
Por el momento, aún se está en espera para poder cotejar el inventario del gobierno estatal con el resultado de las pesquisas, pero el funcionario reconoce que se descarta que exista un faltante importante de piezas; no obstante, el tema grave son las condiciones en las que se encuentran, esto dado que las condiciones de la bodega distan de las que aseguró la asociación presidida por Rubén Leyva.
“Tú ves suciedad de ratones, obras carcomidas y mojadas. Eso está ahí visible, no tienes que ser perito para decirlo, por eso ya queremos entregar para que pueda seguir el proceso y el acervo sea para disfrute de los oaxaqueños”, indica.
Posteriormente, se contempla que personal de instancias federales puedan venir a la entidad tanto para verificar la autenticidad de las obras, pero sobre todo para comenzar con las labores de rescate en las piezas que lo requieran.
“El estado en el que se encuentra la obra eso es lo que nos ocupa, por eso es que estamos urgidos ya en entregar porque tanto el Inbal como el INAH tenían interés en participar y en ver el acervo. El primero tiene un extensión de administración de museos, que pueden capacitar y el Inbal tiene periodos expertos en tema de obra, que pueden certificar que sean originales y también para acondicionar y rescatar en los casos sean necesarios”, finaliza.