Desde anoche, dijo García Villagrán, antes y después de las respuestas de las autoridades migratorias en la que volvieron a negar a los más de mil 200 extranjeros en tránsito que conforman el contingente la expedición de visas humanitarias, observó situaciones especiales y anormales que le hacen temer por su seguridad.
“De pronto se cortó el suministro de la energía eléctrica y después, al revisar mi vehículo, descubrí que estaba abierto. Se robaron objetos personales”, indicó.
Por esa razón, explicó, pidió a la CNDH que gestione las medidas cautelares y así pueda continuar con su labor a favor de los derechos humanos, tanto de mexicanos como de los migrantes.
Arribaron a pie, pese a los fuertes vientos que azotan la región, ante la negativa del gobierno mexicano de autorizar un “corredor humanitario de transporte”, y se instalaron en el edificio que hasta principios de mes sirvió como Centro de Movilidad Migratoria (CMM), mismo que ya fue desmantelado.
Luis Rey García Villagrán es defensor de derechos humanos desde hace 14 años.Desde hace nueve años acompaña a los migrantes que, tras caminar en las ciudades de los países de Sudamérica y Centroamérica, llegan agotados a México, donde les niegan sus derechos como grupos vulnerables.