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Foto: Especial
Santiago Juxtlahuaca. – En Los Tejocotes, comunidad Ñu´u Savi ubicada en el municipio de San Juan Mixtepec, sus pobladores abrieron el Museo de la Memoria, para honrar a las personas que fallecieron en la mina de antimonio más grande de México; buscan dar a conocer los daños que dejó la minería a través de distintos talleres.
“El museo es para recordar que un día existió una mina que dejó daños irreparables y si algún día llega nuevamente la mina, las personas sepan de estos daños. También será un espacio para recordar a los mineros que perdieron la vida ahí”, señala el paisajista, José Luis Feliciano, integrante del grupo de personas que apoyaron en la restauración del edificio del museo.
En el espacio se pretende realizar actividades culturales como talleres de música tradicional, fotografía, cine, alfarería, exposiciones entre otras actividades que ayuden a fortalecer los conocimientos comunitarios de los vecinos de Los Tejocotes y, con ello, evitar el regreso de la minería en la comunidad.
Las actividades se tienen pensadas a realizarse durante los fines de semana. “Es un poco complicado tenerlo abierto todo el tiempo, porque no hay un financiamiento para pagarles a las personas a cargo, por ello queremos empezar hacer talleres y que poco a poco haya una mejor aceptación y que además los vecinos de las comunidades cercanas puedan acudir”, indicó.
En este Museo de la Memoria alojarán herramientas de trabajo que usaron los mineros durante los años de trabajo en la mina, como cascos, carretas, entre otras herramientas, planos de cientos de metros de done fueron extraídos los minerales, también exhibirán algunos metales que se pueden localizar en la comunidad.
El edificio restaurado para el Museo de la Memoria fue la escuela primaria Artículo 123, se trata de a primera escuela construida en esta zona durante la explotación de la Compañía Minera de Oaxaca S.A., filial de la Texas Mining & Smelting Division of National Lead Co., de 1930 a 1964.
En 2020 los pobladores comenzaron a acarrear tierra para reconstruir los adobes y luego de casi cuatros años, finalmente este fin de semana, el museo fue inaugurado. “Queríamos reconstruirlo para que no se deteriorara, después surgió la idea de hacer un museo para recordar a los mineros”.
Previo a la reconstrucción del edificio, el Museo de la Memoria fue aprobado en la asamblea comunitaria, y con ello, un grupo de personas voluntarias trabajaron de manera colectiva a través de tequios.
“Si algún día regresará la minería, las personas serían más conscientes para no permitir nuevamente el saqueo”, añadió José Luis.