En el llamado Centro de Transferencia Sur, también al lado del río, 24 recolectores depositan en el lugar 42 toneladas de basura por día. En ambos lugares, las personas dedicadas a la pepena le prenden fuego a la basura sobrante y producen grandes columnas de humo que inundan la ciudad durante la madrugada, con el irritante olor a plástico quemado.

“Para nosotros, la quema de la basura nos afecta, el humo invade las habitaciones y se impregna en la ropa. Hemos pedido a la autoridad que regule la quema, que avisen para que no nos tomen desprevenidos”, dice el presidente del fraccionamiento Reforma, que está a unos metros al sur del basurero conocido como Corona, Gerardo Valdivieso.
El afluente de Las Nutrias nace en las montañas mixes-zapotecas, y desde Guevea de Humboldt serpentea unos 93 kilómetros hasta Playa Vicente, en la Laguna Superior del Golfo de Tehuantepec, pasando por los municipios de Guienagati, Laollaga, Chihuitán, Ciudad Ixtepec, Ixtaltepec, El Espinal, Juchitán y Santa María Xadani.
Son nueve municipios que cuentan con sus sistemas de drenaje, pero como no tienen plantas de tratamiento de aguas residuales, o no funcionan, toda la descarga de las viviendas va directamente al río. Hay un plan de saneamiento del afluente de Las Nutrias, pero es sumamente costoso, confiesa Tomás Chiñas Santiago.
De acuerdo con el integrante del Comité de la Cuenca, el presidente Andrés Manuel López Obrador recibió el estudio para el saneamiento, en el que se establece que sanear los 93 kilómetros del río costará mil millones de pesos y tan sólo para atender los requerimientos de los 9 kilómetros que pasan por la zona urbana de Juchitán se necesitan 300 millones de pesos.
Recientemente, un juzgado federal ordenó a diversas autoridades a sanear y proteger al río Los Perros, y entre las instancias demandadas se encuentran los gobiernos municipales, como el de Juchitán, en cuyas orillas del afluente operan los dos llamados Centros de Transferencia “que no son más que basureros que contaminan el agua, el suelo y el viento”, señala el ambientalista Gonzalo Bustillo.
El coordinador del Foro Ecológico Juchiteco, Bustillo Cacho, dice que a partir de los diagnósticos de las autoridades, se trata de un asunto sumamente complejo, en el sentido de que Juchitán requiere de cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales, “reclama el concurso del gobierno federal para rehabilitar la red de drenaje y se deje de verter aguas negras en nuestro río”.