De Oaxaca, 5 variedades de cannabis que buscan incluir en Catálogo Nacional de Semillas y Vegetales
Uno de los beneficios del registro de estas variedades es poder en un futuro conjugar genéticas, planear una industria y preservar el acervo cultural
Oaxaca de Juárez.- Cinco variedades de marihuana nacidas en el suelo de Oaxaca podrían figurar entre las primeras en ser incluidas en el Catálogo Nacional de Variedades de Semillas y Vegetales, un proyecto e iniciativa impulsada por el ingeniero agrónomo e investigador en cannabis, Daniel Ramírez López.
Actualmente no hay registros de semillas de cannabis en ese catálogo que elabora el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Pesca y Acuacultura (Sedapa), porque en México no estaban reguladas hasta hace unos meses.
Sin embargo, ya hay algunos intentos en el país, sobre todo de personas extranjeras, que ya enviaron sus propuestas de semillas de cannabis a la dependencia federal.
Foto: Juan Carlos Zavalao
Las variedades que hay en Oaxaca, explica el especialista, se han conservado durante mucho tiempo porque, afortunadamente, se encontraban en lugares muy alejados “ocultas a la depredación” y a la polinización con semillas provenientes de otros lugares. Es por eso, dice, que se han logrado rescatar estas cinco variedades.
La diversidad oaxaqueña
Criolla o mejor conocida como Oaxaca Highland es la variedad local conocida internacionalmente y que, incluso, fue famosa entre los estadounidenses porque la llevó a ganar un reconocimiento en Estados Unidos en el año de 1978.
“Ésta es la variedad que mejor se ha adaptado al clima y territorio de Oaxaca. Tiene una forma muy especial de un perfil de cannabinoides, tiene poco thc y algunos otros componentes que hicieron que sea una cannabis muy famosa en Estados Unidos, tanto que en el año 78 ganó un premio”, reitera.
Una segunda variedad es la oaxaqueña pelirroja, que es una cannabis característica de toda la zona sur de México. Hay variedades similares en otros estados, como Guerrero e, incluso, en otros países, como Panamá.
“Es muy probable que venga de África esa variedad, pero la oaxaqueña, que ya llegó hace muchos años, tomó características especiales. Tiene sabor a cítricos bastante fuerte, un aroma bastante cítrico”, refiere.
La tercera es conocida como la púrpura oaxaqueña. Su característica es que es de un color morado oscuro, tiene alto contenido de taninos y por ello muchas propiedades medicinales; además, su sabor es más dulce y menos potente en su efecto sicoactivo, expone.
También está la verde limón oaxaqueña. Procede principalmente del sur de Oaxaca, del municipio de Villa Sola de Vega hacia la región de la Costa; su característica es que es originaria de zonas tropicales y también hay semillas similares en el estado de Guerrero.
Y por último está la zorrilluda de Oaxaca, una variedad que se caracteriza por tener un olor muy intenso.
“Esas plantas tienen ese pendiente de ser incluidas. No tienen un registro específico en Sedapa y se necesita obtenerlo para que mediante esa acta de nacimiento, nosotros como usuarios del cannabis para la industria o uso medicinal o lúdico, tengamos el derecho de cultivarlas. No tenemos ese derecho adquirido”, detalla el experto.
En el estado, la Asociación Indígena Productora de Cannabis de Oaxaca (AIPCO) ha entregado 26 autorizaciones a personas indígenas y comunidades originarias para el cultivo de marihuana, mismas que fueron expedidas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Terminar con la ilegalidad
Sobre el proceso, menciona, las semillas deben registrarse mediante una descripción de la variedad a través de una forma específica o modelo. En su caso, han tomado como referencia la forma suiza, que es utilizada en el mundo para el registro de las semillas de cannabis, conjuntamente con los requisitos establecidos por la Sedapa.
“Mediante ese sistema y las formas que ya tiene la Sedapa, necesitamos nada más completar el procedimiento para que ellos lo consideren. Pero es urgente y necesario que nosotros en México registremos las semillas, porque tenemos muchísimas semillas que fueron ilegales por mucho tiempo.
“Oaxaca está entre los únicos lugares en los que se ha podido conservar, que han podido tener chance de resistir todo el embate de la época de la prohibición, que ahorita todavía se conserva. Sí es necesario que se apuren las secretarías, porque hay mucha gente como nosotros que está interesada en avanzar en esta industria, pero nos están frenando”, señala.
Daniel Ramírez, quien también ha emprendido una lucha por desestigmatizar la cannabis, asegura que otro de los beneficios del registro de estas variedades es poder en un futuro conjugar genéticas, planear una industria y preservar el acervo cultural. Al mezclar las genéticas, dice, se puede lograr un beneficio para los productores y que tengan que depender de semillas del extranjero.
“Tiene esa similitud con el maíz, es un bien intangible que ha sido conservado durante mucho tiempo por un grupo humano, que sí le pertenece en cierto modo. Mediante una denominación de origen podemos hacerlo, pero ese es un paso que sigue: primero es el registro y cuando haya avances se busca la denominación de origen”.
La iniciativa para registrar estas cinco variedades de cannabis oaxaqueñas todavía está en proceso. Primero debe terminarse el análisis de cada una para realizar la descripción y para lograrlo, se debe analizar un grupo de 100 individuos durante un ciclo, que dura unos cuatro meses. Por ahora, se encuentran en el proceso de cultivo y detectando las características especiales de cada una de ellas.
Una vez concluida esta parte, se solicitarán sus registros ante la Sedapa en el Catálogo Nacional de Semillas y Vegetales. “Para que esto sea un bien intangible como el maíz, para todos los que somos oaxaqueños y que han conservado esas genéticas”, finaliza.