El proyecto del nuevo estadio, denunció, se trata un multimillonario edificio que está más relacionado al negocio, al turismo, a la afición de una persona, que a tres mil docentes y veintitrés mil estudiantes.
“El problema en estos momentos ya no es sólo la toma de un patrimonio universitario por cinco décadas, la destrucción total de un edificio de valor artístico, la protección de quien entregó dicho patrimonio, sino el hecho de que se tomará por completo uno de los últimos predios de la Universidad”.

“Hoy se construirá un edificio en toda la manzana, se pondrá al servicio no del deporte sino del espectáculo comercial, hoy ha iniciado otro triste capítulo en la Máxima Casa de Estudios de los oaxaqueños, esa que varios declaran hipócritamente amar y agradecer, pero que en los hechos insultan”.
El directivo universitario condenó que el silencio y ensimismamiento “nos harán cómplices e indignos herederos de grandes universitarios”.
Martínez Marín señaló que si no se tiene la capacidad jurídica, política, financiera y moral para ampararse ante lo que está sucediendo, si no se está obteniendo otros edificios o predios que indemnicen este despojo abusivo, al menos se tenga la decencia de presentar el proyecto a la máxima autoridad universitaria.
También demandó que la mesa de concertación, atención y solución sea amplia entre la representación de las organizaciones artísticas, culturales y arquitectónicas de la ciudad de Oaxaca de Juárez.
“Por lo anterior exhortamos a la Fundación a que haga autocrítica del proyecto en cuestión y descubra las implicaciones negativas que éste tiene en relación con el funcionamiento de las cuestiones urbanas e identitarias de Oaxaca.
“Estamos absolutamente dispuestos a dialogar con nuestras autoridades. El interés que nos motiva es el de mantener y preservar los valores culturales y la defensa de sus aportaciones patrimoniales a la riqueza artística y arquitectónica de nuestra nación”.
De acuerdo con el CAPCEO, el estadio “Eduardo Vasconcelos” es una de las piezas arquitectónicas iconográficas y referencia obligada de una época, no sólo en este estado de la República, sino en todo el país, la corriente artística moderna y la denominada “Art Decó”, de la cual forma parte este edificio emblemático.
A pesar de ello, denunció que en los últimos 30 años, de manera inexplicable y como una decisión unilateral, se han venido realizando modificaciones a la fachada y a la estructura que desvirtúan el diseño original y rompen con la percepción armónica del espacio que ocupa.
“Es por ello que, ante la actitud de ignorar nuestras peticiones que documentadamente en tiempo y forma hemos hecho saber a diversas autoridades y que esta se suma a la queja presentada hace unos días por la Facultad de Arquitectura 5 de mayo de la UABJO”.