Rodrigo se quedó con el trabajo. Y, a partir de ese momento, participa con su personaje en convenciones de fans. Pero eso no es todo, ya que también es el encargado de prestarle su cuerpo a uno de los personajes más emblemáticos de Disney.
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“Cuando los fans me ven, quieren pensar que están viendo al personaje y que está vivo. Lo que te puedo decir es que he hecho este show con Disney en Mexico, Guadalajara y Monterrey. Cuando los niños platican conmigo y tienen esa cara de: ¡wow, he conocido a mi héroe!”, explica.
Es la misma magia que experimentó el joven histrión de 19 años, cuando sus papás lo acercaron al teatro hace ya mucho tiempo. Para él, es un orgullo reconocer que pese a que su familia sentía miedo respecto a la dirección que tomó su vida, finalmente los ha ido convenciendo de su potencial, explica el joven actor, quien además de su preparación actoral, estudió 4 idiomas: francés, chino, inglés y español.
“Creo que ningún padre quiere que su hijo le diga: quiero ser actor; por eso, mi familia tenía temor de que muriera de hambre. Sin embargo, poco a poco han visto cómo me desenvuelvo y encuentro mi lugar”.
Pero eso no es todo. Decía Freud que infancia es destino. Y Rodrigo ha protagonizado una auténtica vida de película. De entrada, porque forma parte de una familia de trillizos. Uno de ellos es su gemelo idéntico y el otro, su cuate. Cuando eran pequeños, sus papás se separaron. Rodrigo creció con su papá, alejado de su madre y sus hermanos, a quienes no vio durante casi 12 años. Actualmente ya están en contacto. De hecho, ellos son abogados.
“Además de eso, estoy diagnosticado con TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) y eso hace que sea muy distraído. Excepto cuando se trata de algo que me gusta. Puedo estar en clase de matemáticas, pasa la mosca y ya no entendí la ecuación, pero si estoy montando una coreografía, ahí sí me puedo concentrar durante horas. Me interesa mucho todo lo que tiene que ver con la salud mental, llevo mucho tiempo en terapia, que es algo que todos deberíamos hacer para sanar nuestras heridas”, concluye.