El caso Fanny exhibe fallas en la justicia de Oaxaca; no es el primer feminicidio en Bajo Mixe, acusan activistas
Ante las protestas de organismos defensores de los derechos de las mujeres, la Fiscalía del Estado de Oaxaca investiga el caso como feminicidio
Juchitán de Zaragoza.— Isaac Hernández Guillén, agente municipal de El Porvenir, se paró furibundo de su escritorio y comenzó a cachetear a Fanny y luego la amenazó de muerte ante la mirada inmutable de los suegros de la joven de 16 años, quienes acudieron ante el agente para solucionar un conflicto familiar entre su nuera y su hijo, Alexis Trujillo.
Eso ocurrió el 13 de julio, dos meses y medio después Fanny Guadalupe fue encontrada muerta, el informe de la autoridad local determinó suicidio.
Ante las protestas de organismos defensores de los derechos de las mujeres, la Fiscalía del Estado de Oaxaca investiga el caso como feminicidio.
Las amenazas
De la agresión del agente municipal Hernández Guillén se enteró gran parte de El Porvenir por las redes sociales. Se publicaron el 14 de julio en una página de Facebook junto con fotografías del encarcelamiento de Alexis, la pareja de Fanny, después de supuestamente defenderla.
Durante lo que sería una reunión de conciliación, el agente los acusó de drogadicción.
Fanny lo negó y pidió una prueba para demostrar que los señalamientos eran mentira, la respuesta molestó más al agente Hernández Guillén.
“Entonces alzó la voz y me gritó: ‘Eres una perra, no sirves en el pueblo, una persona como tú no hace falta en el pueblo, voy hacer una junta con los del gabinete para que te corran y te vayas del pueblo, porque ya no te quiero ver’… Enseguida se levantó… y me cacheteó. Luego el señor se sentó en su escritorio y en un tono burlón dijo, ‘Mira, a mí no se me va hacer difícil matar a una persona como tú. Si yo quiero te lleno la cabeza de tiros”, se lee en la declaración que realizó Fanny Guadalupe ante el Ministerio Público bajo la carpeta de investigación 234721/ FIST/CODDI-MATIAS/2021.
El 26 de septiembre Fanny Guadalupe fue encontrada sin vida en la casa de sus suegros, donde habitaba con su pareja y su bebé de seis meses.
La familia de Fanny no aceptó el dictamen de suicidio debido a que la joven les había reportado las amenazas contra su vida por parte del agente municipal y agresiones de su pareja.
Estas sospechas llegaron a oídos de organizaciones civiles, activistas, feministas, quienes exigieron reclasificar el caso a feminicidio, lo que terminó realizando la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) después de las presiones.
Además, su tía Dora Anabel Hernández no consideraba a su sobrina una suicida, ya que tenía ilusiones e intenciones de salir adelante por su bebé: “A mi sobrina la recuerdo llena de vida, divertida, sonriente. Ella no se suicidó”, asegura contundente Dora al teléfono, mientras espera las medidas cautelares que la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca emitió para ella y el resto de la familia, que están en peligro por las exigencias de justicia.
La fiscalía investiga también la presunta responsabilidad de funcionarios de la dependencia en el caso de la joven.
Feminicidios en la zona mixe
El feminicidio de Fanny Guadalupe no es el primero que se registra en el Bajo Mixe, la organización Conservación, Investigación y Aprovechamiento de los Recursos Naturales (Ciarena), que da acompañamiento a mujeres violentadas en la zona, señala que los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas siempre quedan impunes por la complicidad de los cuerpos de justicia en las poblaciones rurales, en mucho porque las víctimas son pobres y son invisibilizadas por el machismo.
“En estas poblaciones rurales, apartadas, las mujeres no valen nada. Sobre ellas pesa el poder de los esposos, de los suegros, de los padres y de las autoridades. Se arma un escándalo si una mujer mata a su pareja por defenderse de la agresión, a ellas sí las encarcelan, eso lo tenemos registrado, pero no pasa nada si la mujer es asesinada por el marido, esto es muy común”, explica Silvia Pérez, de Ciarena.
Recuerda que en 2004, en una población entre la Cuenca y el Bajo Mixe, una mujer de 25 años de origen Chinanteco fue asesinada en la puerta de su casa a balazos por su esposo mientras cargaba en sus brazos a su bebé. Los padres del asesino y las autoridades municipales limpiaron la escena del crimen, él huyo, nunca se le juzgó. Durante las investigaciones el hijo de siete años fue citado a declarar, el menor quedó traumado después de eso. La victima dejó en la orfandad a tres niños.
“Los feminicidios en el Bajo Mixe no son nuevos, siempre han existido y siempre quedan impunes, la justicia está lejos de estas mujeres sumidas en la extrema pobreza”, señaló Silvia Pérez.
La organización Mujeres 8 de Marzo señala otro feminicidio reciente en la zona mixe, el de Mary Cruz, de 38 años, era comunera de Nizabigana, agencia de Santa María Guienagati. Su cuerpo fue encontrado en el paraje Paso Limón el 14 de marzo, dejó en la orfandad a tres niños.
“Es alarmante que el Istmo sea la región más peligrosa para ser mujer, casos como la de Fanny Guadalupe, Mary Cruz, Bertha, en Unión Hidalgo; Viridiana Martínez, en el Barrio de la Soledad; Abigail, de 19 años, en Salina Cruz, no deben suceder pero suceden, porque los roles y estereotipos sostenidos por el patriarcado siguen arraigados en las poblaciones indígenas rurales. Aquí las desigualdades para las mujeres son mucho más marcadas y la violencia que se ejerce sobre ellas se justifica desde un pensamiento patriarcal disfrazado de usos y costumbres”, argumentó Rogelia Gonzales Luis, representante del Grupo Mujeres 8 de Marzo.
En 2021 el Istmo de Tehuantepec se convirtió en la región más peligrosa para las mujeres, sobre todo en comunidades indígenas. De enero al 28 de septiembre el Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos ( GESMujer) registra 21 feminicidios en la zona. En lo que va del año son 66 en todo Oaxaca.