Más Información
Inicialmente, algunos de los extranjeros denunciaron que "las autoridades de Migración se llevaron a 100, pero los abandonaron (en Santo Domingo Ingenio) hoy, cuando llegaron a La Ventosa, con gripa, calentura, dolor de pies y las rodillas inflamadas", cuenta Mónica, quien afirma que incluso llegaron dos autobuses para trasladar a los migrantes a Oaxaca.
En medio de los fuertes vientos que soplan en el Istmo de Tehuantepec, así como las bajas temperaturas, los migrantes se acomodaron durante la noche bajo el domo y alrededor del quiosco de la comunidad zapoteca de La Ventosa, donde los “nortes” alcanzan rachas de hasta 120 kilómetros por hora.
"Nos dijeron que iremos a la ciudad de Oaxaca, ojalá no nos engañen", gritaron.
Mónica, como el resto de las mujeres migrantes, ya resienten el desgaste de una caminata de casi 400 kilómetros desde la ciudad de Tapachula, Chiapas. "Traemos las rodillas hinchadas, ya no podemos hablar de tanto toser y no hay médicos que nos atiendan*, lamenta.
Mientras tanto, en las carreteras Panamericana, Transístmica y Costera, se observan todos los días pequeños grupos de familias migrantes que caminan y solicitan comida y agua a las personas que viven en las localidades cercanas.