“En Oaxaca, el mejor artista es el que tiene más bienes y eso es ridículo”: José Santos, artista plástico

El artista plástico José Santos advierte que la abundancia de promotores culturales que no entienden el arte, pero que son buenos comerciantes, la crisis en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO) y la falta de espacios dignos para mostrar la obra de artistas, la falta de educación, la poca preparación de los creadores, y la incapacidad del gobierno, entre otras causas, afectará el futuro del arte en el estado.

En entrevista con EL UNIVERSAL, lanza una fuerte crítica: “el arte oaxaqueño en México es muy apreciado, pero fuera del país, no existe”. Hay excepciones, aclara, de artistas que han logrado destacar en el extranjero, a fuerza de sacrificios y trabajo; la gran mayoría, sin embargo, no intenta salir y “busca colgarse de artistas que ya lograron trascender en otros países”.

Y detrás de la mayoría de ellos, señala, se encuentran promotores culturales que se dedican a enaltecer artistas que carecen de conocimientos, técnicas, que no tienen idea de lo que están haciendo, y verdadera vocación por las artes plásticas. En tanto, dejan fuera o excluyen jóvenes artistas oaxaqueños con un trabajo más profesional, que no van a encontrar o tener la oportunidad de que sus obras salgan, “obras a las que les han dedicado estudio, investigación y todo su ser”.

José Santos es un artista contemporáneo oaxaqueño nacido en la ciudad de Oaxaca el 21 de mayo de 1971, y realizó sus estudios en la Universidad de Londres. Su obra se ha expuesto en el Selfridges en Londres, en el Midlands Arts Centre de Birmingham, la Biblioteca Pública de la Universidad de Worcester “The Hive”, en el Marshall Medical Museums, en la Catedral en Worcester, Reino Unido, en la Habana, Cuba, en la British Embassy. Es el primer mexicano en trabajar como restaurador en el Museum of Royal Worcester del Reino Unido, sitio en el que realizó la limpieza, restauración, impresión, selección y curaduría de una colección de diez grabados que perteneció a la realeza británica en el siglo XVIII.

“Los promotores culturales y la exhibición de un arte que sólo está pensado en la venta o que sólo sirve a partir de las relaciones políticas con algunas personas, o ya sea relaciones políticas económicas o empresariales. Son agentes de venta, de promoción que en realidad no tienen nada que ver con el arte”.

El artista sostiene que, de continuar así, la creación artística en Oaxaca no llegará muy lejos internacionalmente.

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“El arte no es un oficio, es una profesión a la que te dedicas en cuerpo y alma. La vocación es una palabra muy importante, y la pobreza mental es muy mala en el arte. El arte es curiosidad que te lleva a aprender, a experimentar. En Oaxaca, el mejor artista es el que tiene más bienes y eso es ridículo. Esa gente no tiene vocación por el arte, sino por las ventas”.

También advierte la falta de educación para apreciar el arte, y esto sale a relucir tras las críticas y burlas de algunos sectores de la sociedad y la oposición de estos mismos a la colocación en el centro de la ciudad de Oaxaca, de las obras monumentales de Alberto Aragón Reyes, un artista oaxaqueño – dice – con una obra de gran calidad y que está rompiendo estereotipos alrededor del arte oaxaqueño.

“Hay que diferenciar a aquella persona que hace un meme por cuestiones culturales y por cuestiones de diversión. Esto es aceptable. Es válido. Eso es la libertad de expresión y todos sabemos lo que conlleva un meme, y hasta ahí; pero hay otras personas que piensan que sí tienen una opinión válida, cuando en realidad yo creo que nunca han agarrado ni un libro de arte”.

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Sobre la situación del MACO, relacionada con un conflicto laboral con los trabajadores y la designación de un nuevo nombre para el museo, prefiere no hablar porque asegura desconocer a profundidad lo que sucede alrededor de este tema; sin embargo, advierte que es evidente algo no está funcionando, y eso afecta a los artistas y al arte contemporáneo, “el cual es muy importante en Oaxaca”.

“El MACO es un buen ejemplo, entre muchos otros, en donde yo creo que la falta de sensibilidad profesional de lo que es el mundo del arte en México. Hay mucha corrupción en lo que es el arte oaxaqueño, desde sus ventas, su promoción y desde su cabida en sitios de exhibición”.

Esto, agrega, porque en el estado hay muy pocos espacios dignos para la exhibición de las obras, y los espacios que existen también están bajo una lógica del comercio. “Los espacios se abren para que el tenga dinero para pagar, no para la obra que realmente valga por sí misma para ser exhibida. El lugar se debe ofrecer por el peso del proyecto, no por el dinero que tengas para pagar”.

“El mundo del arte es un grupo grande, donde hasta el gobierno está involucrado, pero que es incapaz y deja a un grupo de personas que desconoce y que está afectando al estado y a sus artistas”.