“Es muy peligroso que un gobernador ponga en la mira a periodistas”, dice Villoro desde Oaxaca

El escritor, que acaba de presentar su libro “No fue penal”, dedicado a Vicente Leñero, destaca que los periodistas son testigos, a veces incómodos, llamados a “decir las crisis”

“Es muy peligroso que un gobernador ponga en la mira a periodistas”, dice Villoro desde Oaxaca
Foto: Mario Arturo Martínez / EL UNIVERSAL
Sociedad 12/08/2024 11:18 Christian Jiménez Actualizada 11:25

Oaxaca de Juárez.- “El periodista no está llamado a resolver las crisis, está llamado a decirlas", dijo alguna vez el guionista, dramaturgo, periodista y escritor Vicente Leñero. A éste es a quien precisamente el también periodista y escritor Juan Villoro dedica su libro más reciente “No fue penal: una jugada en dos tiempos”, publicado por la editorial oaxaqueña Almadía.

Para el autor, en todas las historias interviene la mirada de un periodista, sobre todo en el futbol, pues asevera que “el futbol sin testigos no existe”. Sin embargo, reconoce que las y los periodistas son esos testigos incómodos de los hechos.

Ello, agrega, le parece inevitable, pues en el ejercicio honesto del periodismo a algunas personas el sentido crítico no le va a gustar. “Yo hablé de este sexenio y el Presidente "tuvo la amabilidad de dedicarme dos (conferencias) mañaneras, para contradecirme”, recordó.  

Añadió que ese es un ejemplo bastante elevado de que, a veces, “pisas alguna llaga incómoda”.

whatsapp_image_2024-08-12_at_11.19.17_am.jpegFoto: Mario Arturo Martínez / EL UNIVERSAL

“Yo creo que es muy peligroso que en un país donde el periodismo está amenazado y que, durante más de 10 años, nos hemos mantenido con el récord trágico de ser uno de los tres países más peligrosos para ejercer el oficio, creo que es muy peligroso que un jefe de Estado o un gobernador señale a los periodistas con nombre y apellido y los ponga en la mira.

"Creo que el poder debe estar por encima de estas circunstancias”, afirma al hablar de los gobiernos estatales que, como el de Oaxaca, mantienen una relación ríspida con los medios, similar a la del gobierno federal.

En 2022, Villoro ganó el Premio Gabo, por su trabajo periodístico, mismo que donó al colectivo Quinto Elemento, dedicado a apoyar a periodistas en zonas de riesgo, llamadas “zonas del silencio”, donde es imposible publicar noticias. “Cómo recibir un premio si tantos colegas se la están pasando mal”, agregs.

Villoro llegó a Oaxaca este 1 de agosto para conversar con representantes de los medios de comunicación sobre éste, otro de sus libros en los que la vida se narra en la cancha y en el que, interviene la mirada de un periodista deportivo al que decidió nombrar: El Murciélago.

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“Una de las cosas más interesantes del futbol son las narraciones, los comentarios, a veces más eficaces, a veces más equivocados. Y todos los futbolistas tienen una relación con los medios, porque los necesitan, al mismo tiempo se sienten malinterpretados. En México, el periodismo deportivo suele ser muy salvaje, entre otras cosas, porque tenemos torneos muy cortos, entonces se espera rendimiento inmediato de todos los equipos y si no lo tienen, empiezan las críticas muy fuertes”, apunta.

En “No fue penal”, el escritor plantea la relación de la prensa deportiva con los futbolistas y menciona que desde la publicación de “Dios es redondo”, ha dedicado varios textos a una de sus más grandes pasiones: el futbol.

Este texto, ofrece las dos miradas en una historia que gira en torno a las pasiones que surgen en la cancha. La de dos amigos unidos por el futbol, que rompen su amistad, por una lesión circunstancial y se encuentran más tarde, fuera de la cancha, uno como entrenador y otro como árbitro. El texto, acota Villoro, visibiliza la parte emocional de los jugadores y la vida personal de éstos, además, cómo afecta ésta al rendimiento deportivo.

“En ocasiones, los predicamentos personales, las disputas anímicas, los quebrantos, los anhelos, influyen en lo que estás haciendo… Yo quería contar la historia desde sus dos versiones y poder contarla así, es una de las cosas más maravillosas de la literatura”, sostiene.

Villoro retoma que su pasión por el futbol y escribir de éste está también motivada por ensayos como “Los Perdedores”, de Vicente Leñero, donde plantea también la vida personal de los jugadores y cómo el estado de ánimo afecta a los partidos y los marcadores.

“Es un autor al que yo quise mucho, tuve la suerte de frecuentarlo, lo admiro mucho y le quise rendir tributo en este libro, porque él marcó un camino interesante en ese libro de Los Perdedores”, completa.

La historia que involucra al entrenador Pepe López “El Tanque” y el videoarbitro Valeriano Fuentes, está narrada en tiempo real, en un centenar de páginas que narran la historia y también el partido por el descenso. Sobre el tema, el literato relata que en 1970, hubo una historia que marcó su pasión por el futbol, en la que se fracturó Alberto Honofre, jugador de la Selección Mexicana de Futbol y la esperanza del país para avanzar en el mundial.

“Cuando él se fractura, supimos también que nuestros sueños estaban rotos, sabíamos que México no iba a avanzar y cualquier persona que recuerde eso, lo hace como una situación trágica. Más tarde supe que el jugador atendía un taller de tornos y que el jugador Juan Manuel Alejándres, con quien tuvo un encontronazo que le causó la fractura, también resultó afectado y abandonó su carrera, porque se sentía culpable, aunque este segundo fuera solamente el poste del destino”, narró.

whatsapp_image_2024-08-12_at_11.19.18_am_1.jpegFoto: Mario Arturo Martínez / EL UNIVERSAL

Villoro tenía 14 años cuando supo la historia y por años se cuestionó sobre qué sucedería si se encontraran en una situación en la que uno decidiera el destino del otro; éste es el origen de “No fue penal”.

Aunque la historia se desarrolla en los años 70, se narra desde la actualidad, desde un “espejo distorsionado, como los de las ferias”, indica el autor. En el camino de la historia se plantea la llegada del crimen organizado al futbol, las influencias, la modernidad y la pasión con la que las barras y los fanáticos viven el futbol.

En próximas fechas, llegará a México el libro publicado más reciente de Juan Villoro, “No soy un robot”, una reflexión sobre la primera generación que tiene que demostrar frente a una computadora, que no es una máquina, que lanza el cuestionamiento de cómo leen las personas, en la era digital.

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