De acuerdo con la estimación del Departamento de Seguridad Nacional, hasta el 2022 en Estados Unidos había 11 millones de personas con estatus migratorio irregular.
“Pues mi hijo el mayor ha dicho que si lo agarran pues se regresa, no hay de otra, por eso todos estamos preocupados porque no sabemos qué pasará: _si nos agarran, nos regresamos_”, repite las palabras de sus hijos, principalmente el mayor que lleva 18 años trabajando en Washington.
Expertos y organizaciones han señalado que esta ley sólo promueve la criminalización a los inmigrantes y pone en riesgo a familias completas, y que por el momento aún falta por ser aprobada por la mayoría del Senado.
Además, el proyecto garantiza a los estados la posibilidad de demandar al gobierno federal por una «amplísima gama» de medidas relacionadas con la inmigración, lo que obstaculizara la capacidad del Ejecutivo de definir las políticas sobre este tema, sin importar qué partido está en el poder, según el National Immigration Law Center (NILC).
“Igual pasó en el año que estuve allá, cuando fue el gobierno de Trump. Estaba con miedo todo el tiempo. Cuando uno sale con su carro, está uno atento a ver a qué hora te para la policía”, rememora don Rufino.
“Hay que salir a buscarle, es un sufrimiento estar allá. La vida es del trabajo a la casa y de la casa al trabajo todo el tiempo, pero me fui para hacer mi casa, y ahora acá vivo con mis papás. Antes no teníamos nada, sólo este y otro de palma”, indica desde el patio de su casa rodeado de chilacayotes que pudo cosechar del campo.
“Yo ganaba bien, pero era mucho trabajo”, agrega mientras regresa de una de las cabeceras municipales con la mercancía para su tienda de abarrotes. También dice que sus hijos se han adaptado allá porque es más seguro a diferencia de vivir en México. Él, por ejemplo, a unos días regresar a su comunidad, recibió llamadas de extorsión.
Según su experiencia, que consiste en los dos años que tardó en cruzar la frontera por el desierto a Estados Unidos, recomienda a los jóvenes concluir sus estudios y buscar un trabajo en el que no arriesguen sus vidas. “Estos tiempos se han vuelto más difíciles para andar allá. Luego piensan que es fácil, pero estando en la frontera ya no, y cuando uno ya está del otro lado, es puro trabajar. Además, es peligroso, porque no sabes cuándo van a agarrarte, mejor que le echen ganas”.
Las autoridades de Chicahuaxtla señalan que la migración no es alta en este pueblo triqui; sin embargo, gracias a qué migró Rufino pudo construir una casa con todos servicios, una tienda que le permite sostenerse día a día, además de seguirle dando estudios a su hija que se encuentra estudiando en la universidad.
De hecho, el municipio de Putla de Guerrero es el noveno en recepción de remesas en el estado de Oaxaca, con 28.161604 millones de dólares, de acuerdo al último reporte del Sistema de Información Económica, del Banco de México (Banxico).
La recepción de remesas ha sido fundamental para las familias en comunidades rurales e indígenas, porque, aunque el gobierno mexicano ha hecho el esfuerzo de generar políticas públicas para sostener a estas comunidades no ha sido posible. Por ejemplo, los pobladores de San Juan Mixtepec dicen que nunca han tenido un programa de apoyo al campo debido a que reciben remesas o en Chicahuaxtla, las autoridades indican que ni los programas federales, ni del estado de Oaxaca, ha aterrizado para las familias.
Por varios años consecutivos, el estado de Oaxaca ha sido uno de los 10 que mayormente recibe remesas, por ejemplo, este 2024, la suma en el último reporte de Banxico fue de 914.500530 millones de dólares, sólo por debajo de Chiapas, Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Michoacán y Guanajuato.
Un informe de las Naciones Unidas señala que las remesas contribuyen a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. “En las comunidades rurales, la mitad de las remesas se emplean en la agricultura; las remesas representan 60% del ingreso total de muchos hogares y normalmente son el doble de los ingresos de los que disponen las familias para sus gastos regulares, lo que les permite afrontar mejor la incertidumbre y acumular bienes, y otros”, indica el documento.