Interoceánico, sin datos ni estrategia para evitar impacto ambiental en Istmo de Tehuantepec: ASF
Auditoría a organismos que intervienen en el proyecto revela que no se incluye una estrategia para mitigar el impacto ambiental que se ocasionará por el desarrollo del Corredor
Juchitán.— En el informe del resultado de la fiscalización superior de la cuenta pública 2020 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la institución determinó que instancias como el Organismo Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (OCIIT) y el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec S.A. de C.V. (FIT) no cuentan con una estrategia para mitigar el impacto que provocarán estas obras en la región.
La auditoría se aplicó a los organismos que intervienen en el proyecto del CIIT, como la Administración Portuaria Integral de Coatzacoalcos, S.A. de C.V. (API de Coatzacoalcos), la Administración Portuaria Integral de Salina Cruz, S.A. de C.V. (API de Salina Cruz), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
“En opinión del grupo auditor de la ASF, se observó que en 2020, el OCIIT, el FIT y las API´s de Coatzacoalcos y de Salina Cruz, la Semarnat y la Profepa presentaron la necesidad de que sus acciones de planeación, evaluación, protección, restauración y preservación, inspección y coordinación se realizaran de forma integral y conjunta para prevenir los impactos adversos al ambiente.
“Dado que, aun cuando el OCIIT contó con un programa regional en la materia, para el periodo 2020-2024, éste no incluye una estrategia para mitigar el impacto ambiental que se ocasionará por el desarrollo del Corredor”.
El informe fue presentado a finales de febrero y es resultado de la revisión realizada del impacto ambiental por el desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec marcado con el expediente 2020-1-47AYH-07-0411-2021.
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Otras anomalías
Debido a que la región del Istmo de Tehuantepec es una zona que destaca por su riqueza biológica, donde se encuentra un mosaico de ecosistemas tropicales y cuatro regiones terrestres prioritarias, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el gobierno implementó una serie de instrumentos para prevenir los impactos adversos al ambiente por el desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Entre ellos están los Manifiestos de Impacto Ambiental Particular (MIA-P), el Documento Técnico Unificado de cambio de uso de suelo forestal, Modalidad B, Regional (DTU-BR) y un Documento Técnico Unificado de cambio de uso de suelo forestal, Modalidad B, Particular (DTU-BP).
La Semarnat realizó la evaluación de los MIA y DTU y emitió los oficios de autorización correspondientes para que se realizaran las obras. La Semarnat concluyó la autorización de 49 impactos ambientales y 112 medidas de mitigación, los cuales difieren de los 45 impactos ambientales y las 103 medidas de mitigación que el personal evaluador manifestó en sus reportes técnicos generados, previo a la emisión de los resolutivos.
“El personal evaluador no incluyó en los expedientes el análisis realizado que sustentara las cifras reportadas; no llevó a cabo el análisis de vinculación de la totalidad de las medidas de mitigación con los impactos ambientales, del diseño de los indicadores, de SAR, del costo ambiental y de las fuentes de financiamiento”, detalla el informe.
Ante esa anomalía, el grupo de auditores evaluó la capacidad técnica de los 58 servidores públicos de la Semarnat responsables de la evaluación, de los que 56.9% (33) cumplió con los dos años mínimos de experiencia requeridos; 75.9% (44) requieren demostrar su experiencia en el área ambiental y 86.2% (50) necesita al menos un requisito para cumplir con el perfil del puesto, lo que incidió en la prevalencia de las áreas de oportunidad del proceso de evaluación de las MIAS y los DTUS.
“En tanto, la Semarnat presenta áreas de mejora en el proceso de evaluación, lo cual incidió en que el costo ambiental, los actos de protección ambiental por medio de supervisores ambientales y los registros de la preservación y restauración se realicen de forma aislada e independiente, y sin una estrategia de inspección ambiental por parte de la Profepa, que permita que las obras o actividades ejecutadas por el FIT y las API´s cumplan con la normativa ambiental, y con el objeto de prevenir los impactos adversos al ambiente por el desarrollo corredor”, señala la ASF.