Los campesinos que se movilizan todos los días con sus ganados y carretas por las tres hectáreas de tierras, se percataron este día de la colocación de estacas que delimitan una zona invadida, por lo que no se descarta que pertenezcan a un grupo político que tiene como costumbre la invasión de tierras privadas y públicas para construir colonias populares.
Dichas colonias tienen como finalidad ser entregadas a sus seguidores a cambio de la lealtad en los votos en una contienda electoral o para obtener prebendas utilizándolos para cierres carreteros.
Lo anterior porque que el sitio arqueológico está constituido por vestigios culturales considerados monumentos arqueológicos protegidos por las leyes federales y su afectación se castiga penalmente, por lo que se canceló la obra que llevaba un 30% de avances.
A pesar de ser un lugar protegido y delimitado, ya se destruyeron dos montículos prehispánicos debido al abandono en que se encuentra el lugar.
Después del descubrimiento de las invasiones, los campesinos dieron parte a las autoridades municipales, por lo que se pidió a la policía municipal recorrer el lugar, recuperarlo y cuidarlo para que no vuelva ser invadida para la construcción de una colonia popular.
En el 2018, el INAH propuso a la autoridad municipal la construcción de un Parque Eco- arqueológico para protección, conservación y vigilancia de la zona arqueológica Laguna Biahuidó. Hasta el día de hoy el proyecto no se ha logrado y cada vez más la mancha urbana devora uno de los más importantes vestigios culturales de los zapotecas de Juchitán.
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