Pese a tratarse de un accidente sin precedente, la línea de autobuses sigue circulando de la Ciudad de México y el Estado de México a Santiago Yosoundúa, Oaxaca, con paradas en distintas comunidades de la región. Y aún sin multas o cancelación de permisos, confirmaron a EL UNIVERSAL el gobierno de Oaxaca y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes federal.
De acuerdo con el funcionario oaxaqueño, el gobierno estatal está atendiendo la parte jurídica con las familias y la empresa de autobuses, para lograr que se haga responsable del accidente. “Se ha seguido atendiendo a las víctimas, se les ha dado el respaldo financiero y están ahora en los trámites con las familias para las indemnizaciones de las personas que fallecieron”, detalla.
Para los deudos, este entramado legal no hace más que mantener abierta una herida que les impide comenzar a procesar el duelo. José de Iturbide, originario de Chalcatongo, quien perdió a su madre en el accidente del miércoles 5 de julio, narra que el proceso de reunir todo el papeleo es arduo, por lo que tras el sepelio y los rezos, están volcados en ello. “Apenas estamos en proceso de entablar una negociación con la aseguradora de la empresa, estoy reuniendo los requisitos”, cuenta.
Esto lo confirma José Nicolás, otro de los deudos quien al igual que otras diez familias de esta comunidad viven el duelo pero siguen con prisa recorriendo oficinas para conseguir los documentos de sus familiares víctimas del accidente, sin la certeza de que la empresa vaya a indemnizar a todos por igual.
La razón de que los pobladores de esta región usen estos autobuses pese a que no cuentan con medidas básicas de seguridad es sencilla: no tienen otra opción.
Isabel Jiménez, una pasajera regular de los autobuses que constantemente acude a la capital del país por mercancía lo constata. “La gente que va a la Ciudad de México y que viaja en estos autobuses es la que se dedica al comercio, porque es más barata y porque es directo. Y otros, pues porque no hay de otra”, dice.
Además, ese día, debido a la temporada vacacional, el autobús iba con cupo lleno de pasajeros y rebasado en paquetería, servicio de envío que ofrece además de transportación. Fue por ese exceso de carga que pasaron al menos dos días para que algunas personas recuperan sus pertenencias, e identificaran a sus familiares.
Al respecto, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) confirmó que tienen “programada” una visita de inspección a la empresa y se comprometió a dar a conocer los detalles de la inspección realizada a la línea de autobuses a las autoridades encargadas de la investigación, informó a EL UNIVERSAL el área de comunicación social.
"Debido a la magnitud del accidente, es un proceso largo, después de la inspección cualquier resultado será enviada a las autoridades correspondientes y serán ellos quienes emitan un comunicado”, detalló la dependencia, que agregó que no dará información a medios de comunicación por tratarse de un caso abierto. para no afectar el proceso.
Este medio buscó a la empresa de autobuses para conocer su postura; no obstante, no contestan en sus teléfonos en Oaxaca mientras que en la termina de la capital del país se deslindaron y pidieron comunicarse a Tlaxiaco.
En tanto, en el teléfono proporcionado a las familias para dar seguimiento al proceso, un empleado de la línea de autobuses señaló que deben consultar con su equipo legal antes de dar una declaración. "Vamos a comentarlo con los abogados y la aseguradora y después nos contactamos para darles mayor información", indicó el trabajador que se negó a identificarse.