Fue en Xalapa, Veracruz, en la década de los 80, donde surgió la cuna de este deporte.
Ahí, Luis llegó en 2009 a estudiar sociología, pero fue hasta dos años después cuando conoció el muay thai de la mano del Kru Yai Marco Galicia, con quien ha estado trabajando desde entonces.

Foto: Mario Arturo Martínez. EL UNIVERSAL
Sus logros le motivaron a fundar un espacio donde todas las personas son bienvenidas.
“Todos lo pueden practicar, lo que te va a hacer sobresalir es la constancia. El ejercicio y el trabajo duro me han hecho llegar a donde estoy y lo mismo sucede con mis alumnos, quienes se superan y alcanzan sus propósitos”, acota el atleta, quien en febrero pasado cumplió su primera década practicando la disciplina.
Al espacio se acercan personas con diversos propósitos, algunos para aprender sobre el deporte, otros para bajar de peso o aprender sobre defensa personal.
Y es que para poder desempeñarse bien durante los entrenamientos, es necesario balancear la alimentación, la hidratación y la práctica constante.
Tras cosechar diversas preseas, Luis confiesa que la academia nunca ha recibido financiamiento de ninguna institución, sino que son las personas que conocen la perseverancia de los atletas las que se solidarizan y aportan a la subsistencia del espacio.
“Desde el primer año de la escuela viajamos a Puebla para representar a nuestro estado y pusimos a Oaxaca en el mapa.
“Aunque en esa ocasión no cosechamos victorias, hicimos un buen papel”, precisa.

Foto: Mario Arturo Martínez. EL UNIVERSAL
Mientras tanto, Daniel Castro, campeón actual de la categoría 63 kilogramos, obtuvo, en el año mencionado, el tercer lugar.
Los resultados propiciaron que Pedro Eloy representara a México en el Panamericano, donde obtuvo el tercer lugar tras vencer a un peleador uruguayo y perdió por decisión ante un representante de Brasil.

Foto: Mario Arturo Martínez. EL UNIVERSAL
Mientras que en febrero pasado refrendó su título. Por su parte, Pedro Eloy disputó su galardón contra un peleador de la Ciudad de México y ganó.
“Oaxaca está dando resultados tras años de trabajo constante”, reitera. Por otro lado, el entrenador precisa que la pandemia afectó considerablemente a la disciplina en crecimiento en territorio oaxaqueño, pues el número de alumnos se redujo considerablemente tras el cierre de la academia por espacio de tres meses.
No obstante, Sosa Pérez continuó impartiendo clases de forma particular para evitar el cierre del gimnasio y, con ello, la afectación a la carrera deportiva de sus alumnos. Actualmente, el espacio opera con las medidas sanitarias correspondientes.