Durante un curso de capacitación, una mujer policía de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno de Oaxaca sufrió tortura, agresiones verbales y violencia de género, por uno de los instructores.
Los hechos ocurrieron en 2022, de acuerdo con la recomendación 24/2025 de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO). El 25 de febrero de ese año, uno de los cuatro instructores la agredió, insultó, maltrató y golpeó con una tabla de madera en los glúteos, lo cual le causó dolor y se sintió mal de salud.
En el transcurso de la capacitación, además, le decía “que no tenía derecho estar ahí, que era mujer y no servía, además de ser una recomendada, que mujeres como ella daban el trasero para estar ahí”, y la insultaba reiteradamente.
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Entre las actividades del curso, ese día, la pusieron armar y desarmar un arma, y cuando se tardaba el instructor la golpeaba con una tabla en los glúteos bajo el argumento de que era la única forma de aprender y la única forma en que ella podía pagarle lo que le estaba enseñando.
Por cada actividad que hacía mal o le enseñaba tenía que inclinarse agarrándose de las rodillas para recibir un tablazo, lo que originó que se hiciera “pipi” y presentara una hemorragia vaginal; pese a ello, no le permitió retirarse para atender su salud, bajo la amenaza que le iría peor y la despedirían.
Al día siguiente, el 26 de febrero de 2022, el curso lo programaron en un rancho, pero que al encontrarse débil y mantenerse tres horas en el sol se desmayó, por lo que fue auxiliada por unos paramédicos de la Policía Estatal, quienes le suministraron suero y mantuvieron en observación, para luego ser incorporada a las actividades. Sin embargo, no realizó los ejercicios que le encomendaban, lo que originó que el instructor le pidiera que se “largara, que ahí no servía para nada”, pero no la dejaba retirarse.
El 28 de febrero de 2022, al presentarse ante el instructor, éste le informó que estaba en su periodo menstrual y que tenía dolor de cuerpo, en respuesta se rió y le dijo que se aguantara, por lo que, casi llorando realizó sus prácticas. Después, junto con sus compañeros participantes, fue llevada a la “marranera” en tres ocasiones para hacer sus ejercicios en el lodo y dos horas más parados en el sol, sin permitirle cambiar su ropa que se encontraba mojada y con la misma se fue a dormir.
Mientras que el martes 1 de marzo de 2022, la pusieron a correr a tierra en un cerro, donde también se desmayó, siendo trasladada al Cuartel de la Policía Estatal y después llevada al Área de Urgencias del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde le informaron que tenía un ovario más grande, que presentaba equimosis en ambos glúteos y muslo, además que le realizaron estudios médicos para descartar complicaciones hematológicas, por lo que desertó nuevamente del curso, siendo dañada física y psicológicamente.
La DDHPO demandó a la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención Integral a Víctimas del Estado de Oaxaca la reparación integral del daño a la mujer policía víctima de tortura.
También pidió que se inicie un procedimiento administrativo contra el instructor que ejerció esta tortura contra la víctima, y ofrecer una disculpa pública.
La Secretaría de Seguridad Pública del gobierno de Oaxaca, señala la recomendación, deberá reconocer las violaciones a los derechos humanos que han quedado acreditadas, aceptar su responsabilidad y asumir el compromiso de otorgarle la verdad sobre lo sucedido, “asegurándose que el texto de la disculpa se publique al menos en dos medios de comunicación impresos locales, preferentemente los de mayor circulación, remitiendo a esta Defensoría las constancias que acrediten su cumplimiento”.