Mujeres músicas reconocen en Bellas Artes lucha de la saxofonista Elena Ríos, con premio “Coatlicue”
Para María Elena Ríos la música significa vivir y aprender, pero sobre todo una plataforma para denunciar, pues lamenta que los ataques con ácido contra mujeres son cada vez más frecuentes
CDMX.— La lucha que mantiene desde el arte la saxofonista oaxaqueña María Elena Ríos Ortiz para buscar justicia luego de sobrevivir a un intento de feminicidio, fue reconocida este domingo con el premio “Coatlicue”, galardón que le fue entregado en el Palacio de Bellas Artes por la maestra Leticia Armijo, directora del colectivo Mujeres en la música.
"Es la segunda vez que estoy en este recinto, ahora para recibir un premio, soy sobreviviente a un ataque con ácido y hago música desde niña", dijo Elena Ríos ante el público antes de recibir el premio.
La ceremonia de entrega a Malena se realizó luego de un evento denominado “Concierto yaoyólotl, Corazón Guerrero”, que incluyó obras de compositores indígenas del siglo XVI, y la presentación de obras en en lenguas como náhuatl, maya y tojolabal.
"Soy una mujer terca que dice no. Mi agresor decía que soy una mujer desobediente, me quisieron quemar como una bruja pero no me mataron, porque esta bruja habla alto" agregó la joven, quien también reiteró que alzará la voz a favor de las mujeres y niñas que buscan justicia.
Foto: Juan Boites
Tanto la entrega de este reconocimiento como el concierto se llevaron a cabo como parte de las actividades del “Encuentro Internacional de Mujeres”.
Arduo camino
María Elena Ríos Ortiz inició su trayectoria desde niña, en su pueblo natal Tonalá, ubicado en la región Mixteca de Oaxaca, y su primer acercamiento con la música fue a la edad de ocho años, cuando se integró a la banda de su comunidad. En dicha agrupación aprendió los fundamentos musicales y a la par aprendió a tocar el saxofón alto.
En una entrevista previa con EL UNIVERSAL, Malena recordó que al observar a las bandas de viento se dio cuenta el instrumento que capturaba su atención era el saxofón.
Con el ánimo de seguir preparándose, en el 2019 Malena tomó un curso de dirección de Bandas en el Estado de Oaxaca. Sin embargo, en septiembre de 2019, una semana después dos sujetos desconocidos la rociaran con ácido, presuntamente por órdenes del exdiputado priista Juan Antonio Vera Carrizal, según la investigación policial. La joven no volvió a tocar por un año, le habían arrancado la música y el saxofón.
Foto: Juan Boites
La joven recuerda el miedo que tenía de que ese acontecimiento, que no sólo marcó su cuerpo sino su vida, también la desviara de su pasión, que es la música, y fue hasta que recobró las fuerzas que pudo volver a tocar su instrumento.
Malena recuerda que la primera melodía que volvió a interpretar fue la Canción Mixteca, y cuenta que tras ello, al revisar sus redes sociales, se dio cuenta que un integrante de la Maldita Vecindad la contactó y fue de esta manera que, acompañada de esta emblemática agrupación la grabó la pieza Chacahua, que se estrenó en Spotify.
Regreso a los Escenarios
A mediados de marzo del 2022, Elena Ríos regresó a los escenarios acompañó a la Banda Regional Femenil “Mujeres del Viento Florido”, en el Teatro Esperanza Iris en la CDMX. “Me siento viva”, expresó en aquella ocasión, acompañada de Vivir Quintana, Alejandra Robles y Regina Orozco.
Una semana se sumó a otra participación de la Maldita Vecindad, ahora en el Vive Latino pasado, músicos con quienes también participó en un concierto masivo en el Zócalo de la Ciudad de México.
Actualmente Malena continúa estudiando el saxofón de manera de profesional en la Facultad de Música de la UNAM, pero también sigue buscando justicia por el ataque con ácido que sufrió en el 2019, mientras que también acompañando otros casos.
Para María Elena Ríos la música significa vivir y aprender, pero sobre todo, confiesa, una plataforma para denunciar, pues lamenta que los ataques con ácido contra mujeres son cada vez más frecuentes y todos los casos están en la impunidad.
Foto: Juan Boites
“Son agresiones que nunca se van a quitar, vulneran tu vida, son cosas que deben ser visibles, pues daña tu entorno familiar. Mis papás, por ejemplo, no están tranquilos”, reflexiona.
Ha sido esa inquietud por seguir su lucha por justicia a través del arte la que ha llevado a María Elena a acuñar un término que ella define como “artivismo”, donde su música y su activismo convergen.