Periodistas de Oaxaca exigen acciones contra acoso de familia de exedil de Nochixtlán a Soledad Jarquín
La primera ocasión que la periodista fue confrontada por las hermanas de la exedil fue el pasado 1 de diciembre de 2022, una segunda ocasión el 7 de diciembre y la última vez a través de su cuenta de Facebook
Oaxaca de Juárez.— La Red de Mujeres Periodistas, así como comunicadores y asociaciones civiles signaron una carta dirigida al gobernador del estado de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, el titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), Bernardo Rodríguez Alamilla y el fiscal general del Estado, Arturo Peimbert, para exigir acciones ante el acoso que ha recibido Soledad Jarquín Edgar, integrante de la red, periodista y defensora, por parte de la familia de la exedil morenista de Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta.
El documento señala que la primera ocasión que Jarquín Edgar fue confrontada por las hermanas de la exedil fue el 1 de diciembre de 2022, afuera del juzgado especializado en materia de justicia para adolescentes de la ciudad de Oaxaca, durante la segunda convocatoria para la lectura de sentencia en contra de las y los presuntos responsables de este delito.
“La segunda vez ocurrió el 7 de diciembre, también afuera del mencionado juzgado, durante la tercera y última convocatoria para la lectura de la sentencia, Soledad fue fotografiada con el personal de seguridad que la acompaña por las medidas cautelares que tiene, sin su consentimiento y sin saber con qué fines”.
En esa ocasión, EL UNIVERSAL informó el hecho, en el que dos mujeres que se identificaron como hermanas de la exmunícipe se dirigieron de manera violenta contra la defensora, señalándola de estar del lado de la familia de la víctima de desaparición forzada, Claudia Uruchurtu.
La tercera ocasión fue el pasado 13 de diciembre a través de su cuenta en Facebook.
“Como periodistas, condenamos cualquier acto que busque coartar la libertad del ejercicio periodístico y convocamos a la familia de la expresidenta a buscar las vías adecuadas para hacerse escuchar, pues los actos citados representan una afrenta a la libertad de expresión y una alerta de riesgo a la integridad, no solo de nuestra compañera, sino de cualquiera de quienes hemos dado seguimiento al caso Uruchurtu”, precisan las comunicadoras.
