Estela Rojas Peña desapareció el 27 de noviembre de 2019. Dos días después, campesinos hallaron su cuerpo tirado a la orilla de la carretera. Los restos de la mujer de 34 años, quien fue vista con vida por última vez en Xoxocotlán, fueron encontrados en el paraje Paso de Piedra, Villa de Flores, en Zimatlán.
El tiempo transcurrió sin justicia para Estela. Desesperada, su familia pidió el acompañamiento y auxilio de colectivas feministas del estado, quienes desde la desaparición “movieron” por redes sociales la ficha emitida por la Unidad de Búsqueda de Personas no Localizadas (DNOL), dependiente de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), para encontrar a la mujer.
Las activistas, en coordinación con otras colectivas de Quintana Roo, aportaron datos suficientes para que la fiscalía de ese estado diera con el paradero de uno de los dos presuntos responsables del asesinato de Estela, Armando N.
Por ello, hizo un llamado a la ciudadanía a que si fue víctima de algún delito por parte de los imputados y tiene un proceso en curso, lo haga del conocimiento de la familia.
La familia espera que los jueces dicten la pena máxima, 40 años de prisión, a los imputados, quienes son indagados dentro de una carpeta que aunque se inició por el delito de feminicidio, fue reclasificada como homicidio agravado.