Por su parte, el coordinador del Centro de Dignificación de Derechos Humanos de Migrantes, Luis Rey Villagrán García, consideró que el accidente que sufrieron los migrantes puso al descubierto que son personas vulnerables y que por lo tanto requieren de la visa humanitaria.
“El gobierno mexicano tiene la responsabilidad de velar por la integridad de las personas en situación de movilidad para que evite que sean víctimas de secuestros, extorsiones, asaltos o accidentes. Y la mejor forma es facilitarles la visa por razones humanitarias”, añadió.
Bajo el domo municipal de La Venta, los migrantes recibieron la atención de médicos y enfermeras de la organización Médicos Sin Frontera (MSF), quienes en unos días más abrirán una clínica en la ciudad de Juchitán, donde confluyen migrantes de una docena de nacionalidades.
Ahí, en el domo, rodeada de algunas personas solidarias,Teresa, esposa y madre de dos de las víctimas, explicaba que su viaje a Estados Unidos terminaba aquí. “Me voy a regresar a Nicaragua con los cuerpos de mi esposo y de mi hija. Ya no pienso seguir”, relató.
En medio de ese dolor y del llanto, Claudia Patricia, una mujer de Colombia, pedía ayuda para saber el estado de salud de uno de sus hermanos atropellado y atendido en el hospital de Juchitán. “No tenemos dinero, no sabemos qué hacer”, decía.