Mientras adentro del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca se desarrollaba un evento protocolario encabezado por el gobernador Salomón Jara, autoridades de la Secretaria de Cultura federal y estatal, y representantes del gobierno municipal, afuera con altavoces, libros gratuitos, carpas para guarecer a los manifestantes del eclipse solar, se expresaban consignas para llamar a la reflexión.
Para los manifestantes se trataba de un llamado sobre lo que consideran “una apropiación simbólica” de los espacios culturales de los oaxaqueños.
En contraste, los libreros independientes denunciaron que se dedicó un sólo stand a editoriales independientes y se les limitó el número de ejemplares para venta, así como criticaron la falta de apoyos a los artistas de Oaxaca.
“No somos ajenos al alcance de un producto privado ni estamos en contra de la organización, estamos en contra de los recursos públicos para una elite cuando el sector cultural que se ocupa de la encuadernación, la difusión de escritores oaxaqueños está olvidado”, dijo el periodista y escritor Rodrigo Islas Brito.
“La FILO sólo es una plataforma de propaganda del gobierno estatal y municipal, por eso decimos que no nos representa como movimiento cultural, porque la cultura de Oaxaca y el talento de sus escritores no caben en un recinto y un espacio que no representa a la mayoría de los libreros, ni los intereses de las escritoras y poetas de Oaxaca, sólo usan palabras como lenguas originarias e invitan a los mismos de siempre”, decía la voz de una mujer, mientras adentro había aplausos, funcionarios y funcionarias vestidos con camisas de manta y huipiles escuchando el discurso del gobernador, donde presumía que los secretarios de su gabinete están obligados a fomentar la lectura una vez por mes.
“Reconozco la meritoria labor de los directivos de la FILO, que han sabido dar continuidad al generoso legado del profesor Ventura López”, expresaba el mandatario el estrado sobre el abuelo de Guillermo Quijas, el actual empresario tras esta feria.