Se alistan en el Istmo de Oaxaca ante llegada de migrantes que evadan a la GN
En los últimos días, al menos 10 mujeres embarazadas y 100 menores de edad provenientes de países de América Central han sido asistidos por personal del Grupo Beta, tras ingresar por distintos medios y rutas a Oaxaca
Juchitán.— Ante la emergencia migratoria que se vive en la frontera sur del país, en donde se ha frenado por la fuerza el avance de caravanas de personas originarias de Centroamérica que buscan avanzar hacia Estados Unidos, en Oaxaca ya se ha comenzado el blindaje.
La mañana de este sábado, una cuarta caravana salió de Tapachula, Chiapas, y frente a ese nuevo intento de cruzar el territorio mexicano, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Guardia Nacional (GN) reforzaron la vigilancia en San Pedro Tapanatepec, en el Istmo de Tehuantepec.
En los últimos días, al menos 10 mujeres embarazadas y 100 menores de edad provenientes de países de América Central han sido asistidos por personal del Grupo Beta, tras ingresar por distintos medios y rutas al territorio oaxaqueño.
A pesar de que las anteriores caravanas han sido desarticuladas por tropas de la Guardia Nacional, desde la frontera sur de Chiapas, algunos grupos de personas migrantes han sido ubicados en inmediaciones del municipio chiapaneco de Mapastepec, enfilados hacia Pijijiapan, Tonalá y Arriaga.
Mientras tanto, los elementos del Grupo Beta, perteneciente al INM pero enfocado en brindar ayuda humanitaria a los migrantes, también se alistan para intensificar sus recorridos por carretera, brechas cercanas a las vías del tren que corre de Arriaga, Chiapas, a Ciudad Ixtepec, Oaxaca, zonas donde en los últimos días han rescatado a decenas de centroamericanos, principalmente haitianos.
“En los últimos días hemos asistido con agua, suero, galletas y atún a unos 10 migrantes por día, entre ellos un promedio de tres a cuatro ciudadanos de Haití y todos quieren llegar al territorio estadounidense”, cita una fuente del Grupo Beta.
Entre ellos, agrega, destacan las 10 mujeres embarazadas y 100 niños que venían acompañados de sus padres, tíos o coyotes, quienes fueron enviados al albergue de migrantes fundado por el sacerdote Alejandro Solalinde, en Ciudad Ixtepec, donde han recibido asistencia médica y alimentos.
“La mayoría de los migrantes procedentes de Haití, Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Venezuela, a los que hemos asistido, llegan con gripe, fiebre y hambre y han dicho que prefieren caminar por senderos peligrosos para que no sean detenidos por el INM o la Guardia Nacional”.
Hace unos días, explican los elementos del Grupo Beta, rescataron al migrante hondureño Joaquín Armando, quien fue herido con armas punzocortante en Chahuites, trasladado al hospital civil de San Pedro Tapanatepec, donde lo atendieron y después lo abandonaron fuera del nosocomio.
El hondureño fue valorado más tarde en el hospital civil de Juchitán y de ahí el Grupo Beta lo trasladó al albergue de Ciudad Ixtepec, donde se recupera de las lesiones que le causaron “unos pandilleros de su país”.
Los migrantes que lograron escapar de las tres caravanas disueltas en días pasados por la GN aún no llegan al Istmo, los que están llegando salieron antes, pero los elementos del Grupo Beta dicen que están listos para auxiliar a los que necesiten ayuda médica en su recorrido.
De acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (Comar), México ha recibido este año 64 mil 378 solicitudes de asilo. Es decir, 23 mil 278 más que en 2020.
"Para atender la emergencia por las caravanas, el INM debe convocar a los activistas defensores de derechos humanos a crear un grupo especial de interlocución para escuchar las voces de los migrantes", afirma Alejandro Solalinde.
El sacerdote también pide que el INM refuerce la capacitación de sus elementos en materia de derechos humanos. No se trata, dice, "que echen mano del garrote o la fuerza para agredir a niños y mujeres".