El proceso duró cuatro años y medio. Además, el responsable de la muerte de Dafne apeló una primera sentencia de 78 años, logrando que ésta fuera reducida en cuatro años.
Dafne tenía 21 años cuando fue asesinada por Alejandro, quien era su expareja. Medios informativos difundieron que la joven fue asesinada por Rivera López luego de que éste intentó ingresar por la fuerza al domicilio de la joven, ella no se lo permitió y él la atacó en repetidas ocasiones con un cuchillo.
Después, intentó huir sin éxito, por lo que se autolesionó el cuello, argumentando defensa propia. Fue ese 9 de abril, relata la señora Zoila, cuando comenzó su peregrinar para exigir justicia por su hija, a quien recuerda como una mujer trabajadora, independiente y muy amorosa.
Zoila tocó puertas con abogados, jueces, magistrados: “En el proceso también tuve que toparme con familiares de él, abogados. Yo como madre recibiendo burlas de ellos, porque es una familia pudiente. Tener que vivir eso con el corazón desgarrado, porque Alejandro mató a mi hija y me mató a mí. Lastimó a toda mi familia”.
Tuvo que encontrarse con el asesino de su hija en las audiencias. “Cuando lo vi por primera vez, fue como ver a un monstruo; esa persona me quitó la vida y no pude hacer nada”.
A la pérdida de su hija se suman las incontables irregularidades que en 10 años mancharon el proceso. El expediente de Dafne incluso fue enviado a Saltillo durante la administración pasada, el argumento fue que se realizó un proceso electrónico.
Por gestiones del gobierno de Alejandro Murat, la señora Zoila pudo trasladarse a Saltillo, donde habló con los jueces sobre la posibilidad de regresar el expediente; sin embargo, fue enviado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Más tarde, el expediente fue reenviado a Oaxaca.
Hace un año, Alejandro fue trasladado del penal de Ixcotel al de Tanivet. “Es una cárcel de cinco estrellas, donde quienes tienen dinero usan celulares y están en reclusión pero con privilegios”, afirma la madre.
En el camino, Zoila ha acompañado la lucha de otras madres por justicia. “Nosotras también tenemos derechos, merecemos respeto y yo hablo de Dafne, he luchado por la justicia por ella, pero también por las niñas y mujeres a quienes les han quitado la vida y que hay muchas madres que no pueden hablar y no saben cómo dirigirse a las instancias, ni tienen los medios para ello”.