Un año sin Zayra. Sin pistas sobre su desaparición en la Mixteca de Oaxaca, su madre pide seguir buscándola

Oaxaca de Juárez.– Para Leticia Loyola el tiempo pasa lento desde hace 365 días, cuando comenzó a dedicar todos sus esfuerzos para buscar a su hija Zayra Leticia, quien desapareció el 23 de octubre de 2020 cerca de su domicilio en Santa María Xochixtlapilco, agencia municipal de Huajuapan de León, en la Mixteca.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Doña Lety confiesa que en los últimos meses ha luchado por no perder la esperanza de encontrar a la menor de sus hijas, quien además dejó  dos niños a su cuidado. Son ellos quienes se han convertido en su  motor de vida, dice. 

Desde febrero pasado, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) notificó la aprehensión y vinculación a proceso de un tercer presunto responsable de la desaparición de la joven. Los otros dos fueron detenidos en diciembre de 2020; no obstante, aunque el periodo para el cierre de la investigación concluyó, la fiscalía no ha entregado resultados.

La Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas y no Localizadas (DNOL) investiga el caso de Zayra como desaparición por particulares.

En 2020, sólo hubo dos casos investigados bajo este delito; el otro es el de la activista Claudia Uruchurtu Cruz, presuntamente desaparecida por órdenes de la ex edil de Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta, también en la región Mixteca.

Mientras la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió a las autoridades agilizar la búsqueda de Uruchurtu Cruz, otra realidad es la que vive Doña Lety, pues ningún organismo  de este tipo se ha pronunciado por el caso de su hija.

Sólo las colectivas feministas Marea Verde Mixteca e Hijas de la Luna han acompañado a doña Lety en jornadas de búsqueda, para las que incluso han solicitado asesoría y apoyo de las  madres buscadoras de Sonora.

La organización Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad A.C. contabiliza un total de mil 444 desapariciones de mujeres en la actual administración; 369 de éstas sucedieron en 2020.

Extrañada y triste, Doña Lety afirma que desde que Zayra desapareció, la noche en que fue a una taquería a cancelar un pedido a metros de su casa, nadie se ha comunicado para dar pistas para encontrar a su hija.

 “Sigo confiando en la fiscalía, sé que están haciendo lo suyo y nosotros, la familia, no dejamos de buscarla. Desde el 9 de febrero no hay noticias”.

Además de buscar a su hija,  tuvo que asumir la crianza de sus nietos. Aprendió a usar la computadora y a tomar clases en línea, para apoyarlos. 

“Ellos preguntan y yo les he comentado que su mamá está trabajando y que va a regresar muy pronto. Yo siento en mi corazón, en mi fe y mi esperanza que mi hija va a regresar. No saber cuándo me entristece y me llena de llanto, pero le pido a Dios que así sea”, afirma Doña Lety entre lágrimas.

La pandemia, además, frenó  actividades como las jornadas de búsqueda en la región.

“Siento que no tengo tranquilidad, no tengo paz y tampoco tengo gusto de nada. Para mí la vida es dolor, es llanto, es tristeza. A un año de no poder abrazar a mi hija y no saber cómo está, no hay felicidad en la familia, no hay risas, me hace falta mi hija”.

Doña Lety hace un llamado a las autoridades: “Son demasiadas mujeres las que están desaparecidas, no sólo estoy hablando por Zayra. Ellos sí tienen los medios para poderlas buscar y encontrarlas. Les pido a todos los funcionarios que no sea un caso que quede impune”.