Sociedad

Voceadores: la pandemia dio un golpe de muerte a un oficio en riesgo de desaparecer en Oaxaca

La pandemia de Covid-19 se sumó a una crisis que los voceadores han sufrido desde hace 15 años; las ventas se redujeron alrededor de 80%.

Fotos: Juan Carlos Zavala
29/05/2021 |05:05
Juan Carlos Zavala
Corresponsal EL UNIVERSAL Oaxaca Ver perfil
> Floriberto Martínez Santos ha dedicado toda su vida a la venta de periódicos y revistas. Sus hermanos mayores iniciaron en este trabajo, en el que poco a poco él se fue quedando. Durante todo ese tiempo ha visto aparecer y desaparecer diversos proyectos editoriales, así como el cambio en los contenidos que se ofrecían antes y los de ahora.>>
> La pandemia de Covid-19 se sumó a una crisis que, paulatinamente, se agravaba desde hace 15 años, con el desarrollo de la tecnología, el internet y la aparición de las redes sociales. Las ventas se redujeron alrededor de 80%.>>


“En esos tiempos había pocas revistas y generalmente eran cómics, revistas infantiles y más culturales. Ahora salen más de chismes. En ese tiempo eran más culturales. Ha habido muchos cambios: en esos tiempos todo era que ‘los periódicos se estaban apoderando del medio’, porque antes era más la radio, pero empezaron a salir varios tipos de periódicos, inclusive tenemos historia en el medio”.


En la década de los años 70, recuerda, las revistas de novelas románticas eran lo que más se vendía y ya desaparecieron; lo mismo que una colección de revistas culturales denominadas Joyas de la Literatura y Novelas Inmortales.

> Pero entre sus historias sobre las tendencias editoriales, la aparición y desaparición de periódicos y revistas también se encuentran las de las difíciles condiciones laborales en las que se encuentran los vendedores. Ninguno de ellos tiene ninguna garantía ni derecho laboral: no tienen acceso a servicios de salud, vivienda, ni a la posibilidad de una pensión mínima para su vejez, entre otros.>>
> Todos los días, al igual que el resto de voceadores y vendedores, hace un pedido de determinado número de ejemplares que cree que puede vender. Entre 10 y 15, en el caso de Floriberto, de los cuales, generalmente, le sobran dos o hasta cinco.>>


“Por ejemplo, ayer me quedaron cuatro ejemplares de un periódico y con esos cuatro, considerando el bajo porcentaje de ganancias que nos dan, prácticamente estamos pagando por vender un periódico.

> “Con la pandemia nos han ignorado totalmente, no les ha preocupado ver qué necesita un voceador. Los medios, nomás con que se venda su periódico”, señaló el voceador.> Además, sostiene que les dieron un “golpe” más a su negocio al distribuir para su venta los ejemplares en cadenas de tiendas de autoservicio.>>


Les quitaron clientes: “Eso sólo demuestra lo que todos sabemos, que ellos son empresarios y que únicamente les interesa que les llegue el dinero. No les interesa quién les está trabajando y tienen la ventaja de que no generan ninguna obligación hacia nosotros”.


Marlén Hernández Santiago tiene 10 años en la venta de revistas y periódicos y de ello dependen ella y sus tres hijos.

> Sus ventas están a 20% de lo que estaban antes de la pandemia de Covid-19, las cuales, ya venían a la baja.>>


“Para mí implicó tener que aprender a reconstruir mi negocio. Tuvimos que empezar a vender sanitizante, gel y cubrebocas. Cuando empezó la pandemia se quedó muerto”.

> El riesgo es que no les está permitido vender estos productos porque no son parte del giro comercial que les autorizan las autoridades del Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez; con eso, se exponen a que los reprendan los inspectores o, incluso, a que les decomisen su mercancía.> > “Las autoridades nos han tolerado, hablamos del comercio en vía pública, porque nos han permitido vender algunas cosas como recuerditos de Oaxaca, dulces y cubrebocas. Sin estos productos, créame que ya todos los puestos hubiéramos tronado por las bajas ventas, la falta de garantías y la falta de apoyos”, dice Floriberto Santos.> > Marlén Hernández opina que las autoridades no deberían ponerles tantas “trabas” para ampliar su giro comercial y dejarlos vender refrescos, dulces y otros productos, a fin de que tengan certeza sobre sus negocios y, así, poder mantenerlos.>>

 

 

Te recomendamos