Además de calificar al funcionario estatal Juan Carlos Rivera como “revendedor de boletos” (tras la polémica por reventa de boletos para asistir a esta festividad oaxaqueña hasta en más de 30 mil pesos), afirmó que también es un mensaje de “ignorancia y desprecio”.
“La pregunta es, ¿conocerán y entenderán estos honorables personajes, desde la comodidad de sus mullidos sillones lo que es un tequio o un servicio de cargo gratuito? ¿Habrán caminado en alguna ocasión los valles y montañas de nuestro estado para saber del significado de las ceremonias sagradas en nuestros pueblos?”, cuestionó el edil.
Recordó que Betaza es una comunidad zapoteca ubicada a unos 150 kilómetros de la capital de nuestro estado de Oaxaca que a lo largo de la historia se ha obstinado en preservar sus formas de organización social; los cargos se ejercen gratuitamente y el tequio es una herramienta de desarrollo.
“El centro de nuestro Ser nace del amor a la tierra, al agua, al universo. Hablamos el zapoteco que es un lenguaje dulce, intenso y lleno de metáforas; lo conservamos, lo difundimos y lo transmitimos”, dijo.
Cuando intercambian con pueblos hermanos, apuntó, la música, las danzas y el deporte, hasta una semana nuestras bandas de música y danzantes comparten de forma gratuita su música y alegría con ellos y, en nuestra fiesta somos correspondidos de igual forma, en Melchor Betaza se dice Wzon que es compartir, dar y ayudarse mutuamente.
Detalló que en los años 30, cuando aún no había carretera que comunicara a esta población con la capital del estado, con el mecapal en la espalda se cargaban los instrumentos musicales y, ya sea por San Pablo Yaganiza para llegar a Díaz Ordaz o por Zoogocho para llegar a Ixtlán.
También agregó que para el rico historial de la Guelaguetza, Betaza ha aportado a dos Diosas Centeótl; Angela Bautista Santana en el año 1972 y recientemente, en el año 2017 con Rebeca Ortiz Santibañez.
“Somos fundadores de lo que hoy se conoce como la fiesta racial más importante de América Latina”.
El presidente municipal de San Melchor Betaza advirtió que no son pueblo sumiso, que la Guelaguetza no es del gobierno y que no los van a excluir de su fiesta, la Guelaguetza.
“No aceptamos su veto”, sentenció Onésimo Santiago quien recalcó que aparte de su forma de organización social y lenguaje, conservan la vestimenta, las danzas y la música, con las cuales cotidianamente rendimos culto “al Ser que nos han dado vida y nos sigue dando el Don de existir; todo ello no sólo nos da identidad, también una forma de resistencia”.