Jaime Zarate Escamilla, cronista de Huamelula, recuerda que el comité les pidió en esa ocasión una pieza para presentarla en poco tiempo, lo que no se logró, además que no contaban con los recursos necesarios para invertir en la vestimenta de los participantes, pues los números son teatrales y requieren mucha inversión.
“Para participar en la Guelaguetza el municipio es el que invierte, en ese año la autoridad no le interesaba invertir en un grupo de danza, además hubo conflictos internos con los danzantes y no se pusieron de acuerdo en quiénes participarían, menos se pudo. Así que se dejó pasar la ocasión”, explicó el historiador.
Del Istmo de Tehuantepec siempre participan en la Guelaguetza los pueblos zapotecas, siendo casi las mismas ciudades como Juchitán, Tehuantepec, Ixtepec, Ixtaltepec, Salina Cruz, San Blas Atempa y Comitancillo, así como las mismas danzas han quedado fuera por años: los huaves, mixes, zoques y chontales.
Este 2019 es la primera vez que al Istmo también lo representará el grupo étnico de los ikoots o huaves de San Francisco del Mar, quienes poseen danzas ancestrales dedicadas a las divinidades del mar y también relacionadas a la Conquista. Fuera de la Guelaguetza también han quedado sus pueblos hermanos, como San Mateo, San Dionisio y Santa María del Mar.
En esta población se realizan danzas con representaciones teatrales que, aseguran, llegaron con los primeros frailes que evangelizaron la zona, allí por 1780.
Los temas aquí son guerras entre españoles y árabes, también luchas entre los indígenas. Las danzas de los chontales son objetos de estudios por investigadores extranjeros.
“En 11 minutos, nosotros podemos mostrar en el escenario una danza antigua con reminiscencias prehispánicas y de la Conquista, pero siempre repiten lo mismo todos los años, no varían los pueblos del Istmo ni las piezas, creo que es necesario que cambien”, argumentó el cronista de Huamelula, Jaime Zarate Escamilla.
“Celebramos que el comité se abra a más pueblos del Istmo, que ya no sean siempre las mismas ‘vacas sagradas’. Es plausible que ahora se incluya a los huaves, ojalá que el próximo año vayan otros grupos indígenas que conviven en el Istmo con los zapotecas. Nosotros lo volveremos a intentar el próximo año, porque queremos que el mundo vea nuestras particularidades como zapotecas”, comentó el presidente municipal de Santa María Xadani, Oscar Guerra.
Los pueblos zoques que tampoco han participado han sido Santa María y San Miguel Chimalapa, así como Santo Domingo Zanatepec, ellos adoptaron la vestimenta y los bailes tradicionales de los zapotecas, pero nunca han podido participar.
En tanto las comunidades mixes, como San Juan Guichicovi, tienen en la música a los jaraneros que forman parte de la extensión territorial del Sotavento, por lo que el instrumento es parte importante de los rituales de este pueblo en sus actos religiosos y fúnebres. A pesar de que su grupo folclórico ha representado a Oaxaca en otros estados nunca han logrado ir a la Guelaguetza.
Las mujeres de esta zona utilizan el enredo como traje tradicional, lo que las diferencia del resto del Istmo.