“Hierve el Agua”, el paraíso dividido
Las cascadas petrificadas de Hierve el Agua han sido una constante disputa entre San Isidro Roaguía y San Lorenzo Albarradas, cobrando cada localidad una cuota de acceso a este destino turístico
“No, pues está difícil que se componga esto, creo que ya llevamos como 17 años divididos y no hay solución”.
Eso dice don Anselmo, mientras cobra 25 pesos por persona para tener acceso a la maravilla natural llamada “Hierve El Agua”, que se asienta en la agencia de San Isidro Roaguía.
Unos cuatro kilómetros atrás, los habitantes de Albarradas imponen su propia cuota: 10 pesos por persona.
Este destino turístico no sólo está dividido, a pesar de la alta afluencia de visitantes, sino además olvidada: dos paradores echados a perder, uno construido por el gobierno de Diódoro Carrasco Altamirano y otro por el de Ulises Ruiz Ortiz, con sus respectivas albercas, cabañas, locales comerciales.
En el contorno, casuchas de lámina y horcones como puestos de venta de comida, que se han multiplicado y ahora en su mayoría expenden cerveza, sin restricción alguna. Incluso, vierten sus aguas negras a medio kilómetro de la zona de atractivo.
Maravilla natural
“Hierve el Agua” es un área natural prehispánico con paisajes espectaculares, en cuyo punto central de visita brotan aguas sulfurosas, que caen en las hondonadas y que con el paso del tiempo han formado cascadas petrificadas, con carbonato de calcio.
Se sitúa a unos 70 kilómetros de la capital y el tránsito de vehículos se ha mejorado con el acceso mediante la supercarretera Oaxaca-Istmo, vía Mitla, con un costo por caseta de 56 pesos.
A partir de esa vía rápida, son siete kilómetros de terracería, que cruzan San Lorenzo y después Roaguía.
De acuerdo con los habitantes, la zona resguarda también un complejo sistema de irrigación de los antiguos zapotecas de la zona.
Pleito eterno
Desde el año 2000 comenzó a resurgir la problemática entre ambos pueblos, por la disputa del paraje, que deja un promedio de mil 500 pesos diarios, producto del pago que hacen los turistas para visitar el lugar.
En el año 2004 se intensificó el conflicto, al suscitarse un enfrentamiento con saldo de 30 personas lesionadas, dos de ellas por arma de fuego.
A partir de ahí se recrudeció la división que, de acuerdo con los pobladores de San Lorenzo, ahondó el ex diputado local y dirigente del extinto Partido Social Demócrata, Manuel Pérez Morales, quien aseguran ha usufrucutado el sitio.
Sin solución
En el sexenio de Ruiz Ortiz, la Secretaría General de Gobierno, bajo representación de Joaquín Rodríguez Palacios, decidió que el paraje turístico lo administrara el gobierno estatal; sin embargo, de manera extraña después lo entregó a Roaguía.
“Esto está difícil, lo único que nos queda es cobrar nuestra propia cuota, porque también nos pertenece. No sé qué piensa el gobierno, porque cualquier día de estos va a haber otra vez balazos y hasta muertos, a falta de solución”, masculla don Everardo, poblador de Albarradas.