Sorprende “Mazapán” en la calenda de la Central de Abasto
Los comerciantes realizan por octavo año consecutivo su calenda, con la intención de acercar al turismo a la Central de Abasto
El cielo nublado y la anunciada ausencia de “el perro más famoso de Oaxaca”, no fue impedimento para que los comerciantes de la Central de Abasto se sumaran a la algarabía de la Guelaguetza. El ingenio oaxaqueño distinguió al contingente que bailó y cantó avanzando del centro comercial más grande de Oaxaca con una figura de Mazapán, hecha de papel, al frente. Más tarde, el can de carne y hueso se sumó al festejo, alegrando a oaxaqueños y visitantes.
La calenda nació hace ocho años como parte de un programa de lectura que pretende acercar a propios y extraños a la Central de Abasto a través de actividades culturales, en esta ocasión quisieron invitar a Mazapán, pero ante el anuncio de que éste no asistirá más a las calendas, fabricaron uno.
En las actividades que se organizan en la temporada de la “Máxima fiesta de los oaxaqueños”, participan los 12 mil 500 comerciantes fijos de la zona más grande de compra-venta de la capital del estado, no obstante, desde varios días antes, la invitación para participar en la calenda y la Guelaguetza, se hace al público en general.
Este miércoles el convite de invitación a festejar con todos los oaxaqueños, se realizó al ritmo dwe música de banda que seguía los pasos de las Mujeres Iniciadoras de la Calenda Mercado de Abastos, quienes contagiaban a los espectadores para bailar y aplaudir.
Para participar en el recorrido que parte del estacionamiento de la zona seca del mercado, comerciantes preparan sus trajes tradicionales y sus mejores pasos para caminar o bailar hasta la explanada del Templo de Santo Domingo de Guzmán y luego volver al punto de partida, donde se realiza una Guelaguetza.
A lo largo de ocho años, las actividades que iniciaron con Abasto de Letras han tenido mayor respuesta, sumando participantes de distintas zonas de la ciudad. Esta tarde, también acudieron a celebrar y compartir tragos de mezcal entre los oaxaqueños y turistas que con asombro se contagiaron de fiesta.
El cierre de la calenda, en el atrio de Santo Domingo fue inesperado, pues Mazapán apareció para contagiar con su alegría a quienes acompañaban a los mercaderes.