Comederos para perros, así se enseña a ayudar en Oaxaca
Luego de que un párroco fue captado cuando tiró un contenedor con alimento, se unieron esfuerzos para colocar más en otros puntos de la capital, con un toque de arte.
En septiembre del año pasado, un hombre que fue identificado como el párroco del Templo de La Compañía, en el Centro Histórico de la capital de Oaxaca, fue grabado tirando contenedores plásticos con alimentos para animales callejeros que habían sido colocados en la banqueta frente al edificio religioso.
Los recipientes eran parte de una iniciativa impulsada por Jonathan Tonatiuh Hernández Eslava, un joven de 24 años originario del Estado de México, quien con el ánimo de ayudar a los perros de la calle creó Tetheo, proyecto que se encarga de intervenir y decorar tubos de PVC y convertirlos en recipientes para alimento. El nombre deriva de la palabra náhuatl teteu, que significa universo.
Para el joven activista, Tetheo es una iniciativa que pretende reforzar la identidad indígena y además ayudar a los animales: “La idea principal del colectivo, y sus proyectos, es encabezar iniciativas solidarias, pero donde se resalte la lengua náhuatl”, destaca.
Tras haber colaborado con varias organizaciones en labores altruistas, Tetheo inició operaciones el 17 de septiembre de 2018. “Antes di tiempo y energía para ayudar, fue algo que me atrapó y lo atrapé... y decidí crear algo propio”, acota.
El amor de Jonathan por los perros y el observar constantemente a los animales de la calle comer de la basura y beber del suelo, le dio la idea de colocar comederos en la ciudad.
“Uno crece en el paradigma social de que es normal, que así debe de ser. No sólo con los animales, sino con las personas que viven en la calle. Nos hace falta aprender el valor de la vida... queremos crear en el estado la consciencia en la gente y la cultura plena de ayudar a los animales”, dice.
La labor de Jonathan es importante, pues según la asociación Colmillo Blanco, dedicada a la protección de los animales, en Oaxaca no existe un censo de cuántos animales domésticos, principalmente perros, habitan en las calles y apunta que calcular la población de perros de la calle es cada vez más difícil, pues la insuficiencia de jornadas de esterilización gratuita aumenta la cifra.
El arte, la clave de la aceptación. El primer comedero que colocó Tetheo se hizo a modo de prueba. Antes, los tres integrantes del colectivo asistieron al ayuntamiento capitalino para solicitar el permiso para instalarlo, pero la respuesta fue negativa.
Pese a ello, los integrantes de Tetheo decidieron colocar el primer comedero en la calle Flores Magón, frente al templo de La Compañía. Constaba de botes reciclables de plástico, que fueron retirados por uno de los sacerdotes. El hecho, captado en video y compartido en redes sociales, causó indignación en grupos animalistas, que protestaron por lo sucedido.
Durante la manifestación, los animalistas, integrantes de diversas asociaciones y organismos independientes, exhortaron a la sociedad oaxaqueña a sumarse para defender a los animales, pues “ellos no tienen voz”, pero tienen necesidades.
Organismos como ApaOax, que dirige la activista Hilda Toledo, condenaron lo sucedido y celebraron la labor de Tetheo que suma esfuerzos para apoyar a los perros callejeros, quienes tienen derecho a ser protegidos.
Con el tiempo, se colocaron cuatro comederos más en distintos puntos de la ciudad: uno en el atrio del templo de Santo Domingo, uno en el Parque del Amor, uno en el Paseo Juárez y otro en el parque San Francisco; la gente los aceptó de inmediato.
Jonathan sostiene que gran parte de la aceptación se debe a que se incorporó el arte a un prototipo de PVC pintado a mano, con diferentes diseños, que esta dividido en dos: de un lado pintado con la palabra atl, que significa agua en náhuatl. Del otro lado, donde se colocan las croquetas, con la palabra tlacuali, que significa comida. Además, cada pieza se complementa con un poema escrito en la superficie de los tubos.
“La intención del colectivo es que el proyecto se extienda por todo Oaxaca. Por eso elegimos lugares muy transitados. La idea es que la gente, poco a poco, conozca el proyecto y se sume a la iniciativa, ayudándonos a llenar los contenedores o instalando uno en sus colonias”, apunta.
Actualmente, los contenedores que tienen una capacidad para cinco kilos de croquetas, se abastecen semanalmente. No obstante, poco a poco, la participación ciudadana se ha reflejado en algunas de las ubicaciones, donde algunos voluntarios donan croquetas para que el comedero no esté vacío.
Tetheo realiza constantemente dinámicas, como la colecta de donativos voluntarios, rifas y exhibiciones, para que los comederos permanezcan surtidos. Para recaudar donativos en efectivo y en especie, el colectivo cuenta con una página de Facebook para captar todo tipo de apoyos.