Ocupó Oaxaca segundo lugar con mayor número de indagatorias por feminicidios, en sexenio anterior

Las cifras refieren datos correspondientes a los años 2014 y 2015, que fueron recabados en los censos del INEGI

Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL
Estatal 14/11/2017 19:30 Oaxaca de Juárez, Oaxaca Actualizada 19:33

El estado de Oaxaca ocupa el segundo lugar por número de feminicidios registrados en las averiguaciones previas iniciadas y carpetas de investigación abiertas, de acuerdo con el Sistema Integrado de Estadísticas sobre Violencia contra las Mujeres (Siesvim).

Las cifras más recientes del Siesvim, sin embargo, refieren datos correspondientes a los años 2014 y 2015, durante el gobierno de Gabino Cué Monteagudo, que fueron recabados en los censos de gobierno proporcionados por las Instituciones que conforman al Estado mexicano.

En el año 2014, cuando se realizó el primer levantamiento de información, la entidad se ubicó en el primer lugar con un total de 129 investigaciones abiertas por el delito de feminicidio; ese año la segunda posición fue el Estado de México con 48 casos y el tercero, la Ciudad de México con 45.

Al año siguiente, en el 2015, el número de casos en la entidad oaxaqueña bajo a un total de 91; mientras que la cifra se disparó en el estado de Morelos donde pasó de 20 a 224 indagatorias sobre feminicidios. Este año, el Estado de México se ubicó en el tercer lugar con un total de 59.

En los dos periodos que reporta el Siesvim, el estado de Oaxaca no reportó ninguna persona procesada y/o imputada por este delito registrados en las causas penales ingresadas.

Este sistema de estadísticas sobre violencia contra las mujeres, fue presentado por el delegado regional del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Juan de Dios Solís.

El Siesvim fue creado como una herramienta de consulta de estadísticas derivadas de las principales fuentes de información del país, que permitan caracterizar la violencia ejercida en contra de las mujeres, el contexto, la magnitud e intensidad en la que ocurre.

Asimismo, permite caracterizar el contexto económico, demográfico y sociocultural en el que viven las mujeres y se reproducen los fenómenos de violencia.

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