Opinión

El tío Richie y la elección presidencial

Luis Cárdenas

La guerra que ha declarado Salinas Pliego no viene de un arranque emocional: está calculada en los tiempos electorales

“El arte de la guerra es subyugar al enemigo sin luchar”

-Sun Tzu.

Ricardo Salinas Pliego se ha convertido en la piedra en el zapato para la 4T. Entre las múltiples pérdidas de aliados de López Obrador, la del dueño de TV Azteca pesa mucho más.

El tercer hombre más rico de México, con una fortuna valuada en más de 13 mil millones de dólares; es un tipo tan estridente como estratégico, que mide sus pasos con severidad y no tiene miedo a arriesgar alto en pos de sus objetivos.

Mucho se ha escrito sobre el origen del pleito que hoy se siente estancado, sin posibilidad de arreglo en los poco más de 190 días que le quedan al sexenio y con más vísceras que razón sobre la mesa.

El empresario apostó por López Obrador durante muchos años, le abrió espacios en televisión abierta durante sus peores momentos. Por ejemplo, luego de la elección del 2012 cuando AMLO perdió por más 7 puntos contra Peña Nieto y no había forma de alegar fraude, cuando todos sintieron que Andrés estaba políticamente muerto, Salinas Pliego le tendió la mano.

Ya como presidente de la República, las empresas de grupo Salinas apoyaron a la 4T con toda su fuerza, desde cobertura editorial positiva en los canales de Televisión Azteca hasta la distribución de programas sociales vía Banco Azteca, todo pintaba bien hasta que un asunto de impuestos estalló en los intereses de ambos.

Para Salinas Pliego los más de 63 mil millones de pesos que sus empresas supuestamente adeudan al SAT son producto de una extorsión, de un abuso de autoridad, incluso hasta de una vendetta. Mientras que la reticencia a pagar o negociar un pago para el presidente es una mancha en su investidura, una rebelión y traición del que consideraba aliado de primer nivel.

La guerra que ha declarado Salinas Pliego a la 4T no viene de un arranque emocional: está calculada en los tiempos electorales y en varios estudios serios que hoy pronostican un resultado muy estrecho entre Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum.

Y es que si bien no existe ningún estudio que hoy por hoy ponga a Xóchitl Gálvez por encima de Claudia Sheinbaum si es, en cambio, muy factible que la configuración del Congreso cambie radicalmente a favor de la oposición y que la 4T pierda algunos de sus bastiones importantes entre legislaturas locales, presidencias municipales, capitales importantes y gubernaturas.

Sin una mayoría avasallante y con un triunfo relativamente estrecho, Sheinbaum, en caso de ganar, estaría obligada a negociar con actores sociales relevantes en un espectro opositor a la ideología radical de la 4T si es que quiere tener gobernabilidad y Salinas Pliego es uno de los más importantes.

“Voten por la menos mala”, cerró su video hace unos días, mandando el mensaje claro para la hoy puntera presidencial.

Dicen los más radicales que si Salinas insiste en su guerra mediática son capaces hasta de quitarle la concesión de Tv Azteca, aunque perro que ladra no muerde.

¿Se imagina algo así?, ¿los gobiernícolas expropiadores?, ¿la oposición gritando, con justa razón, que seguimos el camino de Venezuela?

No. Eso no pasará.

Veremos quién gana al final esta batalla entre los más altos poderes del país.

DE COLOFÓN.- Una candidatura a presidencia municipal de Morena puede costar hasta 50 millones de pesos, por supuesto, la campaña va a costa del cliente… Cada vez Mario Delgado se queda con menos amigos.

Mi solidaridad para Laura Brugés.

Y todavía faltan 73 días para la elección.

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