Imponen silencio a elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones

Elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), dependiente de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, denunciaron hostigamiento y represión por parte del titular, Antonio Yglesias Arreola, tras las quejas por el asesinato de dos de sus compañeros, hace una semana en San Miguel El Grande, Tlaxiaco.

Asimismo, recriminaron el ocultamiento de la participación de dos comandantes de la AEI en los hechos violentos de la noche del martes en San Francisco Telixtlahuaca, en que fueron acribilladas las unidades en que se transportaban más de 200 indocumentados y donde falleció una persona y otra más resultó herida.

De acuerdo con testimonios recabados, Yglesias Arreola amenazó, y ha cumplido, con cambiar de adscripción a los integrantes de la AEI que denuncian las anomalías y presunta corrupción en esa corporación estatal; en la semana que termina, al menos 10 elementos han sido enviados a comandancias lejanas de la capital.

“El licenciado Yglesias casi nunca va a la oficina; quien opera es el licenciado Juan Carlos Luna Morales, su secretario particular, que es el que cobra los ‘moches’ a los comandantes que quieren buenas plazas; van de 10 mil a 30 mil pesos mensuales; es muy obvio cuando los comandantes beneficiados vienen a dejar el dinero, y a veces lo hacen en locales cercanos de La Experimental.

“Dicen que el director solapa esas irregularidades; lamentablemente no podemos denunciar porque somos reprimidos; si buscamos al fiscal Rubén Vasconcelos Méndez, nos dicen que siempre está ocupado, pero además, como está peleado con el director de la AEI, ni nos toma en cuenta”, señalaron.

Señalaron que la corporación protege a dos comandantes de Etla --uno de ellos Lázaro Hernández Rendón, compadre de Yglesias-- que habrían participado en los hechos violentos en que presuntamente se disputaban el cobro por permitir el paso a dos torton con migrantes centroamericanos, de los que únicamente fueron rescatadas unas 101 personas.

A condición de no revelar su identidad, también acusaron que el comandante de la Guardia de la AEI, Moisés Robles, con más de tres décadas y media de servicio, no se quiere jubilar para seguir gozando las canonjías de la corporación; “únicamente se viene a dar una vuelta y se va con carros de lujo de los que están en depositaría, y va por su familia, su segunda esposa y sus hijos, para llevarlos a pasear”.

“Lamentablemente no tenemos a quién recurrir; estamos en las peores condiciones; los vehículos están inservibles; no hay ni gasolina; los compañeros que mataron en la Mixteca, usaban un coche en depositaría, no oficial; nos dicen que la gente es la que tiene que cooperar con dinero para hacer nuestras investigaciones; por eso la Fiscalía no avanza”, manifestaron.