Las organizaciones que se pronunciaron contra la medida fueron: Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex); Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra); Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (CANIRAC); Cámara Nacional de la Industria Panificadora (CANAINPA); Asociación de Chocolate, y la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes.
También se sumaron: la Asociación Nacional de Productores e Refrescos y Aguas Carbonatadas A.C. (ANPRAC), ConMéxico, y la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales.
A través de un comunicado se manifestaron a favor de la salud y bienestar de los oaxaqueños, afirmando que de manera proactiva no venden esos productos directamente en instituciones educativas.
“Esta decisión será de alto impacto económico a toda la cadena de valor de la industria agroalimentaria, sector primordial en el estado, afectando también a productores artesanales y pequeños comercios a lo largo del territorio oaxaqueño”, señalaron.
Asimismo, aseguraron que el decreto que aprobó el Congreso estatal “pretende ir más allá al limitar la venta de productos, como por ejemplo el chocolate oaxaqueño, granolas, yogures y cereales, entre otros, en cualquier tiendita, restaurante, taquería o supermercado”.
Finalmente, expusieron que no hubo apertura ni disposición de establecer mesas de trabajo en el Congreso de Oaxaca, “por lo que rechazamos la prohibición” de vender esos alimentos y bebidas, porque no se consultó a las partes afectadas
Y mencionó como ejemplo la prohibición para vender estos mismos productos en las escuelas, que entró en vigor desde 2014 y ha operado desde entonces sin dar resultados favorables, aseguró, por lo que cuestionó cómo se plantea que esta nueva medida aprobada en Oaxaca va a funcionar.