El presidente fake news

Carlos Loret de Mola

Hay campañas que se recuerdan por las mapacherías en las votaciones. Hay campañas que se recuerdan por los spots. O por el dinero incontenible que se gastó. Las hay que quedaron marcadas por la guerra sucia. Cada campaña tiene una gama de irregularidades, pero una en particular es la que termina siendo la marca, el sello, lo que más pesó, la novedad.

Estoy seguro que la elección de 2018 estará marcada por las fake news, las noticias falsas que circulan y circularán con más ahínco a través de internet y que se han vuelto factor decisivo, factor de manipulación, en la democracia de otros países.

En México desde hace tiempo circulan las noticias falsas. Más de un candidato y político siguen viviendo de difundir supuestas verdades de las que no tienen ninguna prueba. Y el público cae. Una y otra vez. Pero esto de las fake news, término que ha popularizado el presidente estadounidense Donald Trump, refiere a una oleada de mentiras que llegan al elector a través de sus redes sociales buscando incidir en su decisión de voto.

Cuando llegaron las redes sociales prometieron que traerían consigo la libertad plena, que serían la puntilla de muerte a los manipuladores medios de comunicación tradicionales. ¡Tiemblen los periódicos, la tele, la radio!

Resultaron peores. Hoy todos sabemos que un trending topic se compra con dinero, y para lo que manejan los políticos, no es tan caro. Que muchas de las opiniones que circulan en Facebook o Twitter son generadas por robots que responden a intereses políticos. Que en Youtube y Whatsapp circulan “informaciones” que son tan abiertamente falsas que nadie las firma, nadie se hace responsable por ellas. Que existen oficinas repletas de servidores computacionales y programadores que fingen ser muchas personas indignadas, felices, exigentes, descalificadoras, aplaudidoras, dependiendo de lo que quiera el que los contrate. Que las empresas de internet y redes más relevantes del mundo han tenido que aceptar en Estados Unidos que promovieron contenidos falsos pagados por entes y gobiernos interesados en incidir subrepticiamente en la elección presidencial del año pasado en ese país.

Que no se malentienda. Las redes tienen enormes ventajas en la convivencia social y su complementariedad con los medios de comunicación tradicionales tiene un valor insospechado lo mismo para difundir una noticia de última hora, atender una emergencia o reportar más rápido que nadie un acontecimiento relevante. Una sociedad con redes es mucho mejor que una sociedad sin ellas.

Pero hoy sabemos que no hay nada más fácil de manipular que las redes sociales y al mismo tiempo, aún gozan de una gran credibilidad por parte del público. Eso lo van a aprovechar los políticos en campaña para bañar de mentiras que distraigan y orienten la opinión según sus intereses. Será una guerra de redes. Marcará la elección de 2018… y a su ganador que será el próximo presidente de México.

SACIAMORBOS. Juan Pardinas se baja de la carrera presidencial. Estaba en la lista del Frente PAN-PRD-MC.

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