El PRI se fortalece; nadie sabe para quién trabaja

Óscar Mario Beteta

De que Margarita Zavala tendría la posibilidad de erigirse como candidata “independiente”, no hay la menor duda.

Esa expectativa es muy clara para ella. Es la única con aspiraciones reales y fundadas de estar en las boletas electorales como “independiente” si toma la opción dejando al PAN.

Los demás que traten de inscribirse en esa competencia, no tendrían ninguna oportunidad de derrotar al PRI, a Morena o al Frente Ciudadano por México, conformado por el PAN, PRD, MC y quizá por el Panal, de llegar a concretarse.

La figura de la candidatura independiente, con todas las dificultades que impone y lo irreal que parezca o sea, ha sido asumida como un avance de la democracia. Ha posibilitado el acceso al poder de algunos políticos que dicen no serlo por la supuesta distancia que toman de los partidos, pero quien más la ha desprestigiado y desnaturalizado es Jaime Rodríguez, El Bronco, mejor conocido ya como El manso.

Su gestión como “gobernador” de Nuevo León ha sido deplorable y catastrófica. Desprestigiado, repudiado y odiado, no sólo no tendría ninguna oportunidad presidencial como “independiente”, a lo que, todo indica, aspirará formalmente mañana, sino que echará a perder las lejanas expectativas de casi todos los demás que buscan alcanzar ese status.

La excepción en que se convierte en esa línea la esposa del ex presidente Calderón, tendría asideros a los que ningún otro puede afianzarse.

Por ejemplo, fue la “primera dama” seis años y el respaldo que tiene de su marido no sólo es personal, sino grupal. Todo lo que sea calderonismo estaría de su lado y sería un apoyo que, en principio, no le presentaría ningún obstáculo para reunir un millón las firmas para formalizar su candidatura.

Su renuncia al PAN le generaría un amplio consenso, susceptible de incrementarse durante su campaña, considerando la crisis en la que se halla el dirigente nacional panista en el afán de construir su propia postulación.

Por recursos económicos, seguramente no pararía. Es la que como “independiente” puede allegarse grandes cantidades provenientes de aliados y simpatizantes. Durante su gobierno, su esposo debió haber hecho una amplia red de amigos a los que ahora les puede pasar la charola y recibir generosas aportaciones.

Para Zavala, el número de firmas para registrar su candidatura no ofrecería ningún problema. Tampoco lo sería el respaldo social-partidista ni el dinero que requiriese para hacer campaña. Pero…

¿Aún con esas ventajas podría ganar al candidato del PRI, partido con larguísima historia, estructura, experiencia, ejercicio del poder y manejo del aparato estatal y los recursos públicos?

¿Podría sólo con un par de cargos de elección sin mayor importancia en su haber, derrotar a AMLO, con años en campaña y puntero solitario de larga data en todas las encuestas?

¿Podría Margarita Zavala, sin el reconocimiento de desempeño en ningún cargo público, porque nunca lo ha tenido, imponerse al Frente Ciudadano por México, con el PAN, PRD, MC y Panal, si van juntos?

¿Podría ganar un debate con cualquier candidato del PRI, con manejo de los asuntos vitales del país; AMLO, que como nadie ha recorrido el territorio, hace campaña permanente y ha ocupado cargos públicos y partidistas relevantes, o de quien fuere el candidato del FCM?

Las fortalezas que tiene, contrastan gravemente con sus debilidades. De las conclusiones que cada quien saque, podrá inferir claramente cuáles son las oportunidades de triunfo que tendría como candidata presidencial “independiente”.

Ese ejercicio, tal vez sirva a algunos para pensar muy bien no sólo en acompañarla en el camino que podría empezar a recorrer, sino en el enorme esfuerzo y el tiempo que podría implicarles.

Con la decisión de Zavala, la anarquía que se vive en el PAN y la incertidumbre sobre si se mantiene o no el Frente, sin querer queriendo, el único que se fortalece es el PRI como partido y quien sea su candidato, siempre y cuando tome la mejor decisión.

SOTTO VOCE… Un veterinario de Querétaro, conocido por el alias de “gobernador” (“el pancho que hace panchos”), según mencionan ciudadanos, detractores, opositores e incluso simpatizantes, llegó a apropiarse del estado con base en una política de privatización de servicios públicos y expropiaciones con sus respectivas “cuotas obligatorias”. Según comentan, pronto se darían a conocer evidencias contundentes que sustentan las quejas porque no se permitirá que un nuevo Borge o Duarte, aunque de partido diferente, los deje en la ruina… Honor a quien honor merece. Sin protagonismos y con verdadero compromiso, el encargado del despacho de la Secretaría de Movilidad del gobierno de la CDMX, Carlos Meneses, participó en las tareas de rescate en el edificio de Álvaro Obregón 286, de la Colonia Hipódromo. Conjuntamente con Guido Sánchez Coello y Aarón Alejandro Ayala, del ERUM, facilitó la coordinación entre autoridades locales, federales y brigadistas nacionales e internacionales, lo que permitió el salvamento de personas y la recuperación de todas las víctimas... Muy atinada, la ratificación de Gabriel Contreras para seguir al frente del Ifetel.

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