El chocolate oaxaqueño saltará a otro continente

[email protected]

Por casi 60 años el chocolate Mayordomo ha formado parte de la vida de los oaxaqueños, quienes dan vida a esta delicia que poco a poco conquista el mercado internacional.

La labor de esta empresa 100% oaxaqueña fue reconocida por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), que le otorgó una certificación del Programa de Autogestión de Seguridad y Salud en el Trabajo (PASST).

En cada taza de chocolate Mayordomo se encuentra la dedicación de cientos de personas de esta empresa, que tiene instalaciones en Oaxaca y otros estados, y pronto en Rusia, donde prevén llevar el mole oaxaqueño.

Mil personas forman parte de la cadena productiva de chocolate y mole, 70 laboran en la planta productora ubicada en San Juan Chapultepec, en la capital.

Salvador Flores Concha, quien inició el proyecto, relata que desde pequeño estuvo inmerso en la preparación de la bebida. “De pequeño era un molinero, de esos que trabajan donde las mujeres llevaban sus mezclas para hacer el chocolate”, declara.

La empresa oaxaqueña estableció 27 puntos de venta en la entidad y 10 más fuera de ella.

Destaca que el reconocimiento que recibieron es el resultado del trabajo en equipo que han realizado como empresa desde hace casi medio siglo.

En sus inicios, Flores Concha era parte del equipo que elaboraba chocolate en los Valles Centrales; tiempo después, en los años 70, el nombre de Mayordomo adquirió presencia en las mesas oaxaqueñas y fue  conquistando el paladar de los turistas.

La compañía incursionó también en el ramo restaurantero, además de la venta del mole y el chocolate. La Chocolatería se llama la unión de esta iniciativa de venta de alimentos también tradicionales.

Chocolate Mayordomo tiene actualmente una producción diaria de 4.5 toneladas. Pero, además, el mole también es parte de los productos que ofrece, del cual se obtienen cuatro toneladas al día.

Flores Concha expone que en tres meses la producción podría duplicarse por la gran demanda de consumo por estos productos.

Innovación constante. En Oaxaca, Mayordomo impuso una nueva forma de beber el chocolate. La visión del hombre llevó a la empresa a instalar chocolaterías. Se trató de vender su producto listo para consumirse, frío o caliente.

El gusto de probar este producto rompió las expectativas frente a una amplia oferta. Mayordomo estableció 27 puntos de venta en la entidad y 10 más fuera, pero la demanda formó una nueva necesidad de consumir la diversidad de alimentos que ofrece esta empresa. Por esa razón nacieron los restaurantes Mayordomo, donde el mole de la casa también es la estrella sobre las mesas del lugar.

En poco tiempo la empresa logró establecer cinco locales en la capital, privilegiando su sabor.

La compañía tiene actualmente una producción diaria de 4.5 toneladas. Además, el mole también es parte de sus productos.

Hacen las maletas. Para este 2018, Mayordomo hace las maletas para ir a Rusia. El sabor interesó a inversionistas extranjeros.

Flores Concha anuncia que para febrero de este año Mayordomo visitará Rusia. Irá a un estudio del mercado para conocer la aceptación que tendrá el chocolate, en barra, polvo y en bebida para luego establecerse.

Las metas de esta empresa que también ha hecho presencia en otros países de Europa siguen a nivel nacional.

Este año planean abrir cinco restaurantes más en la Ciudad de México, los cuales se sumarán a los dos que inauguraron durante el año pasado.

Los empresarios oaxaqueños confían que con el trabajo en equipo se pueden alcanzar las metas establecidas, sobre todo cuando la mano de obra está garantizada.

Flores Concha resalta que en Mayordomo cada uno de sus trabajadores son importantes y por eso son bien remunerados, tanto en salarios como en prestaciones. Además de laborar en un ambiente donde el buen trato y respeto es parte de las políticas de la compañía.

Si bien el cacao no es originario de Oaxaca ni hay siembras ni cosechas del grano, que se trae principalmente de Chiapas, la empresa tiene asegurado el producto primario en bodega.

El sujeto confía en que el siguiente paso sea incursionar en la siembra del elemento principal del chocolate.