Fracasaron Escuelas de Tiempo Completo tras reforma educativa
“No garantizan calidad educativa”; sólo se aplicó en 25 mil planteles
La aplicación de la reforma educativa no elevó el nivel del aprendizaje ni garantizó su calidad para los 25.4 millones de estudiantes de educación básica que hay en el país, señala en su más reciente informe la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
De acuerdo con la revisión de la Cuenta Pública 2017, una de las deficiencias identificadas está en el programa de Escuelas de Tiempo Completo, pues la SEP sólo incorporó 25 mil 134 planteles de educación básica a este modelo en el ciclo escolar 2017-2018. En total eran 133 mil 262 las susceptibles de recibir el apoyo.
Lo anterior representó una cobertura de 18.9% respecto al número de planteles del país y 62.8% de la meta definida durante el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, es decir, de 25 millones de estudiantes, sólo 3.5 recibieron clases bajo este modelo.
En el caso de Oaxaca, durante ese año escolar, 841 planteles ingresaron a este programa, de los 12 mil 16 que hay en el estado.
El modelo de Escuelas de Tiempo Completo amplió el tiempo de clase de hasta ocho horas diarias, mientras en el resto de escuelas el servicio educativo es de cuatro y media. A pesar del aumento de las jornadas escolares, la ASF considera que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no demostró que el programa ayudara al aprendizaje, debido a que se desconoce el logro educativo.
“La SEP careció de una metodología para conocer el nivel de logro educativo alcanzado por la totalidad de los alumnos que cursan sus estudios en los planteles incorporados al programa”, señala.
Sin control en maestros
La ASF también detectó irregularidades en el Servicio Profesional Docente, pues no hubo mecanismos de control para asegurar que las plazas de ingreso y ascenso se otorgaran a los profesionistas que obtuvieron los mejores resultados en las evaluaciones, ni que los resultados de los exámenes fueran usados por autoridades educativas para la toma de decisiones.
Además, el sistema careció de esquemas de financiamiento que garantizaran el cumplimiento de incentivos económicos a los profesores destacado y tampoco hubo acciones que aseguraran que todos los docentes fueran convocados al examen.
En cuanto a la infraestructura, la ASF encontró un diagnóstico completo sobre el estado físico de los planteles, que sumado a una falta de coordinación, impidió la aplicación correcta de la reforma educativa, y sus programas de Escuelas Dignas y Escuelas al Cien.
“A cinco años de la promulgación de la reforma educativa se han realizado diversos cambios en los componentes del sistema; sin embargo, las deficiencias identificadas en el diseño e implementación de dicha estrategia, en el periodo 2013-2017, conllevan el riesgo de que, aun con su materialización, no se logre mejorar la calidad de la educación ni elevar el nivel de aprendizaje”, remarca.
