“Blindaje de frontera sur, negocio para los coyotes”
Si cobraban 3 mil dólares por persona, aumentarán a 8 mil, advierte Solalinde. Ahora los migrantes tendrán que buscar caminos más peligrosos, dice

El blindaje de la frontera sur con 6 mil efectivos de la Guardia Nacional volverá más arriesgada la migración, porque obligará a los centroaméricanos a buscar caminos peligrosos y propiciará que los coyotes incrementen el costo de cruzar hacia el norte del país. “Si antes cobraban 3 mil dólares por persona, ahora podrán cobrar hasta 8 mil”, adviritió el sacerdote Alejandro Solalinde.
El fundador del albergue Hermanos en el Camino aseguró que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene a México contra la pared, porque tanto la Secretaría de Gobernación (Segob), como el Instituto Nacional de Migración (INM), fracasaron con su política migratoria: “No tomaron en cuenta la opinión de las organizaciones de la sociedad civil. Les faltó experiencia”, aseveró.
Otra consecuencia de que se fortalezca la vigilancia en la frontera, consideró, será que los migrantes retornarán a viajar en solitario, pues no volverán a entrar las grandes caravanas que les daban seguridad para cruzar el país.
Solalinde vaticinó que en este lapso de 45 días tras los acuerdos alcanzados con el gobierno de EU, ya no habrá caravanas masivas. “Obliga a preguntarnos si desde el albergue acompañaremos a migrantes con estancia regular que requieran empleos, educación o su inserción en nuestra sociedad”.
Vuelve vigilancia. Al mediodía del pasado martes, La Bestia procedente de Arriaga, Chiapas, llegó a la estación ferroviaria de Ciudad Ixtepec con sólo cuatro migrantes en el lomo. Hasta hace unos días el tren traía un promedio de 150 migrantes diarios. “Se nota un descenso en el flujo migratorio”, señalan integrantes del Grupo Beta, quienes apenas el sábado, el mismo día que el Presidente celebraba un acto por la dignidad de México, atendieron a centroamericanos que, deshidratados, huían de los operativos que ya realizan policías federales en el tren.
“Hay un descenso en la llegada de centroamericanos desde que se restablecieron los operativos en las estaciones ferroviarias desde Arriaga, Chiapas, pasando por Chahuites y Reforma de Pineda, Oaxaca”, reconoció Solalinde, en cuyo albergue descansaban apenas unas 60 personas.
En contraste, en las carreteras Panamericana y Transístmica, que comunican con Chiapas, Veracruz y cruzan el Istmo, considerado paso natural de los centroamericanos, se mantienen los puntos ciegos donde antes había estaciones migratorias como en San Pedro Tapanatepec y La Ventosa, ambas fuera de servicio. Una fuente del INM informó que incluso los agentes que estaban en esas garitas fueron enviados a otras entidades.