"Proyecto amigable" del autoconsumo a la comercialización

[email protected]

Tres mujeres del barrio Lieza, en el municipio de Tehuantepec, se organizaron para producir hortalizas inicialmente para autoconsumo, pero con el paso del tiempo lograron excedentes que comercializaron y ahora obtienen ingresos por la venta de alimentos y flores que han beneficiado su comunidad.

La idea surgió en junio del año pasado por la necesidad de obtener tomates, repollos, zanahorias, chiles y rábanos frescos, debido a que la tormenta tropical Beatriz colapsó el puente vehicular de Magdalena Tequisistlán y provocó el corte de la circulación entre el Istmo de Tehuantepec con la capital oaxaqueña, razón por la que se interrumpió la llegada de frutas y verduras.

La planeación

Antes de que colapsara el puente, Maricela Santos Martínez, Rosa Ortiz Reyes e Inés Pérez Luis tenían en sus patios sus hortalizas familiares y por las tardes platicaban sobre la posibilidad de producir juntas los alimentos para el autoconsumo; de esta forma sacaron el proyecto poco a poco.

En una parcela de 900 metros cuadrados, propiedad de Maricela, las tres mujeres empezaron a sembrar tomates, chiles serrano y habanero, zanahorias y rábanos.

“El proyectó cuajó porque nos llevamos bien, trabajamos con ganas y no hay nada de envidia”, asegura entre risas Maricela, mientras Rosa e Inés cortan algunos tomatillos.

La expansión

Después del terremoto del 7 de septiembre del año pasado la hortaliza colectiva comenzó a crecer con otros productos. Comenzaron a sembrar repollo, la planta de jamaica, chile guajillo, flor de china, frijol, nopal, epazote, albahaca, hierba santa y flores de margaritas.

“Sólo estamos lidiando con unos tlacuaches que entran a comerse los repollos, pero ya vamos reforzar la cerca”, explica Rosa, como una de las problemáticas.

Entre las tres mujeres trabajan jornadas en la parcela desde las ocho  de la mañana hasta las dos de la tarde, donde realizan diferentes actividades, como cortar la flor de jamaica, la cual secan,  embolsan y llevan a vender al mercado de Tehuantepec.

“La gente compra la flor para hacer aguas frescas y las vecinas ya saben que aquí tenemos chiles, tomate, rábano y vienen a comprar. Todo es fresco y barato”, destaca Inés.

Las tres mujeres se muestran orgullosas de su trabajo y de la cosecha. Todo lo hacen entre risas, como si se tratara de un juego. Ellas, con sus ahorros, compran las semillas y ya cuentan con sus semilleros,  donde tienen cultivos de tamarindo, de chiles y tomates.

“No le metemos químicos, aquí todo es natural”, asegura Maricela.

Con la asesoría del director de proyectos productivos del Ayuntamiento de Tehuantepec, Maviael Oseas Cruz, las tres mujeres del barrio Lieza alistan un nuevo reto: quieren tener gallinas ponedoras para producir huevos frescos y les ronda la idea de construir dos o tres estanques para la producción de mojarras tilapia, como el proyecto que lograron desarrollar un grupo de familias de Paso Alicia.

Otro caso exitoso

En Paso Alicia —a unos 5 kilómetros al poniente de Tehuantepec, en una extensión del barrio Lieza—, viven unas 10 familias que se dedicaban anteriormente al cultivo de maíz, frijol y ajonjolí, y   ocasionalmente a la caza del venado, pero desde hace dos años un grupo familiar de seis personas logró construir un estanque y ahora trabaja en la producción de mojarras tilapia.

Los seis agricultores, coordinados por el campesino Lorenzo Reyna Díaz, aprovecharon un programa de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del gobierno de Oaxaca para conseguir una inversión inicial de 300 mil pesos con la que perforaron y equiparon un pozo, construyeron tres estanques de ocho por ocho   metros  y cuenta con dos equipos de oxigenadores eléctricos.

En dichos estanques sembraron los primeros 11 mil alevines que compraron en Veracruz, debido a que el centro acuícola que existe en la presa Benito Juárez, de Jalapa del Marqués, no funciona