Transístmico amenaza hasta panteón; nadie está dispuesto a desalojo, dicen habitantes

Campesinos de los ejidos de Nuevo Progreso y Palomares reportaron que el personal de las empresas prácticamente fue corrido, con la advertencia de que, si vuelven, enfrentarán el reglamento interno de las comunidades indígenas

Transístmico amenaza hasta panteón; nadie está dispuesto a desalojo, dicen habitantes
Foto: Cortesía
Estatal 16/06/2020 13:15 Alberto López Oaxaca Actualizada 13:15

Juchitán de Zaragoza.— Los pobladores de Rincón Viejo y El Bajío tienen más de 30 años acostumbrados al paso del ferrocarril que separa, de oriente a poniente, ambas colonias. La primera pertenece al  municipio de Santa María Petapa y la segunda a Matías Romero. 

Para ellos, los años de tranquilidad han llegado a su fin. Empiezan a vivir los efectos de la modernización del Tren Transístmico. “Estamos preocupados”, dice Ofelio Moreno Conde, de Rincón Viejo, quien cuenta que personas del gobierno morenista de Matías Romero han llegado a censar las viviendas que están junto a las vías del tren. 

“Hemos escuchado que van a desalojar a todos los que viven en el famoso derecho de vía (DDV)”, explica. Entre las colonias de Rincón Antonio y El Bajío, según estimaciones de Ofelio, hay unas 100 viviendas que fueron construidas hace más de 30 años. Nunca nadie alertó a las familias y ahora, sin darles opción, quieren removerlas de donde nacieron.

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“Aquí en Rincón Viejo nadie está dispuesto a aceptar el desalojo”, advierte. La preocupación de Ofelio es compartida por los pobladores de Mogoñé Viejo y El Zarzal, comunidades mixes de San Juan Guichicovi, quienes también han recibido la visita de “ingenieros topógrafos”, que solamente les dicen que hacen estudios  “para construir un puente” para que pase el tren.

Óscar, un vecino de Mogoñé Viejo que pidió ser identificado así, está preocupado porque muy cerca de las vías del tren está el panteón municipal, desde hace más de 30 años, y existe la amenaza de retirar las tumbas del lugar: 

“En ese panteón enterramos a nuestros difuntos y también los paisanos de El Zarzal y del Barrio San Antonio”, señala preocupado.El edil de Guichicovi, Raynel Ramírez Mijangos, explica que se ha reunido con el director general de la empresa Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), José Sánchez Pérez, y le ha pedido que antes de que arranquen las obras: primero, que escuchen la voz de las comunidades, que atiendan sus demandas. “Como autoridad municipal, he pedido al FIT que deseche la idea de desalojar a las familias que viven cerca de las vías del tren (...) Si la gente del FIT y las empresas ganadoras de las licitaciones no escuchan a los pueblos, habrá problemas”, adelantó.

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Apenas el pasado jueves, campesinos de los ejidos de Nuevo Progreso y Palomares reportaron que allí el personal de las empresas prácticamente fue corrido, con la advertencia de que, si vuelven, enfrentarán el reglamento interno de las comunidades indígenas.

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