“Hay paz en Oaxaca tras estar colapsado”: Alejandro Murat

Mi gobierno debe escuchar a los pueblos originarios, afirma

Foto: Edwin Hernández/ EL UNIVERSAL
Estatal 16/11/2019 08:06 Fernando Miranda Oaxaca Actualizada 08:06

Han pasado exactamente mil 80 días desde que Alejandro Murat Hinojosa (PRI) asumió las riendas de Oaxaca, el 1 de diciembre de 2016. Con 16 pueblos originarios y 417 municipios indígenas, se trata del estado con mayor diversidad cultural de México y el “favorito” del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues lo eligió como polo para desarrollar el sur-sureste del país.

Justo a la mitad de su mandato, en su Tercer Informe, asegura que se debe aprovechar el momento que vive la entidad, que se han alcanzado niveles históricos de crecimiento económico y que existe gobernabilidad, luego de recibir una entidad “socialmente colapsada”.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Murat dice que tener el respaldo de la Federación y del Presidente lo compromete a aprovechar esta oportunidad única para trabajar por Oaxaca, pues se trata del aliado que faltaba para que el sur sea partícipe del “concierto de crecimiento”.

Asegura que su gobierno tiene el compromiso de escuchar y respetar a los pueblos originarios para que este desarrollo que vive el estado se concilie con su visión del mundo y reconoce que al igual que en todo México, la seguridad es uno de los principales retos de su gobierno.

La charla se da en el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO), desde donde ayer dio un balance de estos tres años bajo la premisa de que más que datos, “la gente tiene que escuchar a la gente”.

Gobernador, ¿cómo se siente a la mitad del camino y cómo está Oaxaca a tres años?

—Hay un estado en paz. Cuando yo llegué, a raíz de Nochixtlán [enfrentamiento entre el magisterio y la Policía Federal que dejó ocho muertos y más de 100 heridos] había un estado colapsado socialmente.

Logramos no sólo revertir la tendencia de pobreza, somos el estado que más la redujo, hemos sacado de esta situación a 400 mil oaxaqueños. Por primera vez en la historia, la economía creció a 3.9%, lo que coloca a Oaxaca entre los cinco estados que más crecieron. Encontramos obras abandonadas por más de 10 años, como las dos autopistas Barranca Larga-Ventanilla [a la Costa] y Mitla-Tehuantepec [al Istmo], que afortunadamente ya arrancaron y se contemplan terminar al principio de 2022.

Recibí un abasto de medicinas en el sector Salud de 30%, hoy estamos a 85% y nos sumamos a la compra consolidada, para que hubiera transparencia total. También terminamos hospitales abandonados, como el de la Mujer Oaxaqueña.

Tenemos una política pública para poder medir el antes y el después de Oaxaca. La mayoría de las obras que se han hecho están encaminadas a mejorar los indicadores de diferentes ejes de mi gobierno.

Ha cumplido 301 compromisos de los 600 que hizo en campaña, del resto ¿cuáles representan mayores retos?

—El primero es el Corredor Interoceánico. Estoy convencido de que Oaxaca va a poder generar el motor más importante de todo el sureste, está llamado a ser el centro logístico de valor agregado más importante del hemisferio. Es de esos proyectos que hará cambios estructurales en la entidad. Uno de mis objetivos es que este proyecto se consolide, de la mano del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Desde la perspectiva social, seguir en la ruta de disminuir los indicadores de carencia que mide Coneval, como alimentación, servicios públicos, y seguridad social. Y lo que más ocupa a los oaxaqueños, la seguridad. Por lo menos mantener a Oaxaca entre los 10 estados más seguros, pero mi objetivo sería que fuera el más seguro.

El Presidente nos ha visitado 11 veces, ¿qué significa tener la confianza de la Federación?

—Es la mejor oportunidad para transformar a Oaxaca. Celebro y agradezco que el Presidente haya volteado al sureste. El norte y el Bajío han tenido crecimiento sostenido de más de 4% por 10 años, pero el sureste quiere también ser parte del concierto de desarrollo económico de México.

Los programas que él tiene, como el Corredor Interoceánico, son un músculo muy fuerte para transformar la entidad, pero con un acento muy importante: reconociendo al México profundo, lo que significa una política incluyente. Oaxaca debe estar recibiendo más de 20 mil millones en apoyos sociales, eso ayuda a revertir la pobreza. Hay un equilibrio entre detonadores económicos y la inclusión social.

En síntesis diría que es la ecuación perfecta: el gobernador ama a Oaxaca y el Presidente ama a Oaxaca, no es una suma, es una multiplicación pensando sólo en una mejor calidad de vida para los oaxaqueños.

¿Por qué consiente tanto el Presidente a Oaxaca?

—Vio la grandeza cultural e histórica, que tiene que ver con los pueblos originarios. Y esa cultura ha permitido generar una sinergia especial. Un ejemplo es el tequio y el trabajo comunitario que tienen las localidades, que es la semilla de dos programas muy importantes del gobierno federal: La Escuela es Nuestra y los caminos a comunidades rurales, que en diciembre se entregarán los primeros 30.

¿Cómo garantizar que este desarrollo pueda beneficiar y se concilie con la visión del mundo de los pueblos originarios?

—Lo que nos hace fuertes es nuestra diversidad, y si la respetamos eso nos hace más fuertes. La mejor ruta es respetándola, a través de la legislación de los usos y costumbres. Por su puesto, donde haya que ampliarse o innovar, a raíz del desarrollo, escuchando y respetando a cada uno de los pueblos originarios, vamos a ir por la ruta correcta.

¿Cómo ve los equilibrios y contrapesos en el país?

—Yo pienso de manera pragmática. Estoy enfocado en Oaxaca y muy agradecido de trabajar con un Presidente que quiere que le vaya bien a la entidad. Mi aportación es tender puentes y generar acuerdos.

¿Qué balance hace de su partido, el PRI, en este momento?

—La mejor manera en que yo puedo ayudar es haciendo un buen trabajo, si como gobernador doy los resultados que la ciudadanía espera y rindo cuentas, entonces la gente va a hacer una correlación positiva de lo que representa mi partido. Si no, lo único que haré es lastimar su imagen.

Comentarios